Aquí está visitantes, el pueblo de nuestras vidas, las de nuestros abuelos, las de nuestros padres y las de nuestros hijos. Un pueblo manchego como tantos pero especial, como imagino que lo es el pueblo donde uno nace y juega. Visto así, desde el aire, parece tan poquita cosa... Pero qué hermoso puede llegar a ser cuando uno regresa a él. Si alguien lee este mensaje, pasaos por aquí, hay buen vino, buen queso, gente hospitalaria y noble y unos paseos en bicicleta por el campo que no os podéis imaginar. ... (ver texto completo)