Yo también recuerdo las quincallas, y todo lo dicho, pero también el teatro ambulante que se instaló los dos primeros años en la plaza de los alcaldes y posteriormente donde ahora esta la parada del autocar, en la cruz de los caidos, donde algunas personas del pueblo se atrevían a cantar acompañados por el acordeonista del teatro. En fin, gratos recuerdos y otros tiempos. Saludos.