El Cerro Cabeza Moya se encuentra en el término de
Enguídanos al sureste de esta población a unos 6 km por el
camino antiguo que atraviesa el
río Cabriel por el
puente romano hasta los Baños del Salobral.
El Cerro está rodeado por un meandro del río Cabriel en tres de sus lados; meandro que en su parte occidental sirvió de defensa al asentamiento prerromano que se extendía en la meseta en su parte más alta de unos 25 metros de ancho por 275 m de largo.
Del mismo modo, los plegamientos horizontales de
roca caliza del Triásico, ubicados al norte y al sur, con una
antigüedad de unos 200 millones de años, le sirvieron de
murallas naturales.
El lado oriental desciende en
terrazas y se han descrito hasta cinco muros paralelos distantes unos seis metros unos de otros.
En el cerro se intuye un urbanismo muy simple, a base de habitaciones regulares a la
sombra de una fortificación que apenas refuerza la defensa orográfica natural.
El poblado debió estar habitado desde los inicios del siglo V hasta finales de III a. C C., momento en que fue destruido por el fuego, si bien, según otras
fuentes se mantuvo su poblamiento durante la época
romana. Puede que la guerra civil entre los
romanos Sertorio y Pompeyo (83 y 77 a. De C.), la arrastró como a la ciudad de Kelin, a ser arrasada por el fuego.