EL VALLE DEL CABRIEL: RESERVA DE LA BIOSFERA
Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
En 1970 la Unesco inició el proyecto "el hombre y la biosfera", que tenía como objetivo conciliar la mentalidad y el uso de los recursos naturales, esbozando el concepto actual de desarrollo sostenible. Como parte de ese proyecto se seleccionarían áreas geográficas representativas de los diferentes hábitats del planeta, abarcando tanto ecosistemas terrestres como marítimos. Esas áreas se conocen como reservas de la biosfera.
Estas reservas de la biosfera están reconocidas internacionalmente, aunque permanecen bajo la soberanía de sus respectivos países, y no están cubiertas ni protegidas por ningún tratado internacional. Se seleccionan por su interés científico, basándose en una serie de criterios que determinan si un espacio se incluye en el programa.
La función principal de estos espacios es obviamente la conservación y protección de la biodiversidad, la protección de las características definidas como “propias” y asegurar la conservación éstas, siempre bajo el prisma de el desarrollo sostenible y las actividades humanas en interacción con el medio.
El marco normativo, la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, recoge las Reservas existentes, y las normas que debe cumplir para poder ser declarada una Reserva de Biosfera.
Las Reservas de Biosfera deben combinar tres funciones: deberán ser lugares de excelencia para el ensayo y la demostración de métodos de conservación y desarrollo sostenible; deberán contribuir a la conservación de los paisajes, los ecosistemas, las especies y la variación genética; y deberán fomentar un desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociocultural y ecológico.
Deberán también ser el embrión de proyectos de apoyo y demostración, de educación y capacitación sobre el medio ambiente, así como de investigación y observación permanente en relación con cuestiones locales, regionales, nacionales y mundiales de conservación y desarrollo sostenible.
Una Reserva debe de constar de tres zonas:
Zona Núcleo, que tiene como función prioritaria la conservación; una Zona Tampón, que es la zona que rodea a la zona núcleo y ayuda a los factores de conservación de la zona núcleo, y por último una Zona de Transición, que es la zona más externa y su función es dar soporte a las funciones de la Reserva de Biosfera.
Para poder ser declarada Reserva de la Biosfera, el territorio debe tener un plan de conservación y/o restauración, un plan de desarrollo sostenible y por último una entidad que se responsabilice de las acciones a desarrollar (entidad de gestión).
Con este proyecto también se persigue el desarrollo económico y humano de estas zonas, así como la investigación, la educación y el intercambio de información entre las diferentes reservas, que forman una red mundial.
En el año 2009, existían 553 reservas de la biosfera en 107 países diferentes, entre los que se encuentra España que cuenta actualmente con más de 35 declaradas.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
En 1970 la Unesco inició el proyecto "el hombre y la biosfera", que tenía como objetivo conciliar la mentalidad y el uso de los recursos naturales, esbozando el concepto actual de desarrollo sostenible. Como parte de ese proyecto se seleccionarían áreas geográficas representativas de los diferentes hábitats del planeta, abarcando tanto ecosistemas terrestres como marítimos. Esas áreas se conocen como reservas de la biosfera.
Estas reservas de la biosfera están reconocidas internacionalmente, aunque permanecen bajo la soberanía de sus respectivos países, y no están cubiertas ni protegidas por ningún tratado internacional. Se seleccionan por su interés científico, basándose en una serie de criterios que determinan si un espacio se incluye en el programa.
La función principal de estos espacios es obviamente la conservación y protección de la biodiversidad, la protección de las características definidas como “propias” y asegurar la conservación éstas, siempre bajo el prisma de el desarrollo sostenible y las actividades humanas en interacción con el medio.
El marco normativo, la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, recoge las Reservas existentes, y las normas que debe cumplir para poder ser declarada una Reserva de Biosfera.
Las Reservas de Biosfera deben combinar tres funciones: deberán ser lugares de excelencia para el ensayo y la demostración de métodos de conservación y desarrollo sostenible; deberán contribuir a la conservación de los paisajes, los ecosistemas, las especies y la variación genética; y deberán fomentar un desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociocultural y ecológico.
Deberán también ser el embrión de proyectos de apoyo y demostración, de educación y capacitación sobre el medio ambiente, así como de investigación y observación permanente en relación con cuestiones locales, regionales, nacionales y mundiales de conservación y desarrollo sostenible.
Una Reserva debe de constar de tres zonas:
Zona Núcleo, que tiene como función prioritaria la conservación; una Zona Tampón, que es la zona que rodea a la zona núcleo y ayuda a los factores de conservación de la zona núcleo, y por último una Zona de Transición, que es la zona más externa y su función es dar soporte a las funciones de la Reserva de Biosfera.
Para poder ser declarada Reserva de la Biosfera, el territorio debe tener un plan de conservación y/o restauración, un plan de desarrollo sostenible y por último una entidad que se responsabilice de las acciones a desarrollar (entidad de gestión).
Con este proyecto también se persigue el desarrollo económico y humano de estas zonas, así como la investigación, la educación y el intercambio de información entre las diferentes reservas, que forman una red mundial.
En el año 2009, existían 553 reservas de la biosfera en 107 países diferentes, entre los que se encuentra España que cuenta actualmente con más de 35 declaradas.
I Jornadas sobre Reservas de la Biosfera celebradas en Enguídanos
El Gobierno regional apoya la declaración del Valle del Cabriel como Reserva de la Biosfera
Noviembre de 2009
El Ministerio de Medio Ambiente acababa de aprobar un proyecto de Cooperación denominado RED DE ESPACIOS AMBIENTALMENTE COMPETITIVOS (REA): CARACTERIZACIÓN MEDIOAMBIENTAL PARA IMPULSAR LA COMPETITIVIDAD DE LAS ACTIVIDADES Y PRODUCTOS ASOCIADOS y donde los territorios participantes en el proyecto, con diferente grado de humanización, son entornos naturales de gran valor cultural y etnográfico, de elevada biodiversidad, con zonas incluidas en la Red Natura, y estructurados en gran medida alrededor de cauces fluviales vertebradores, que ayudan a conferir una identidad diferencial (ríos Mandeo y Mero en el GDR Mariñas-Betanzos; río Eume en el GDR Euroeume; ríos Sil y Cabe en el GDR Ribeira Sacra; río Navia en el GDR Ancares-Courel; ríos Tambre e Anllóns no GDR Órdenes; río Umia en el GDR O Salnés; ríos Noguera y Segriá en el GAL del mismo nombre; ríos Narcea y Muniellos en el GAL Alto Narcea – Muniellos; río Ese; rio Nalón; o los ríos Saja y Nansa en el GDR del mismo nombre; rio Miño, en el GDR Terras de Lugo; ríos Júcar y Cabriel en el territorio de ADIMAN).
Financiado íntegramente a cargo de este proyecto de cooperación se desarrolló el 6 y 7 de noviembre de 2009 entre Enguídanos –Iniesta y Minglanilla esta II jornada de Reserva de la Biosfera con el fin de poder llegar a declarar el río Cabriel como Reserva de la Biosfera.
El director general del Organismo Autónomo de Espacios Naturales, Alberto López Bravo, destacó el apoyo del Gobierno de Castilla-La Mancha a la declaración del Valle del Cabriel como Reserva de la Biosfera. Una iniciativa promovida por la Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela Conquense (ADIMAN) y los ayuntamientos de la comarca que “va a contar con el apoyo expreso del presidente Barreda”.
López Bravo, que participó en las II Jornadas sobre Reservas de la Biosfera celebradas en Enguídanos, solicitó la cooperación de las comunidades autónomas vecinas de Aragón y Valencia para “llevar a buen puerto esta valiente iniciativa”.
La declaración del Valle del Cabriel como Reserva de la Biosfera por la UNESCO aportaría significativo valor añadido de autoestima para la población, a la vez que abriría nuevas posibilidades de desarrollo relacionadas con el turismo.
En este contexto, el director general abogó por utilizar esta posible declaración para desarrollar prácticas en concordancia con el medio, evitando un turismo masivo y fomentando aquel que se desarrolle en base a los aspectos biológicos y culturales que la zona puede ofrecer.
Para el delegado provincial de Industria, Energía y Medio Ambiente, Enrique Hernández Valero, las Reservas de la Biosfera son “una oportunidad para la conservación de nuestro entorno y el desarrollo sostenible”. Igualmente, aseguró que “el reto del ser humano debe ser preservar la biodiversidad del especies y ecosistemas”.
Miguel Ángel Rubio, técnico de Adiman (Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela Conquense), ya declararó anteriormente, después de las primeras Jornadas de 2008, que «Oficialmente, la idea se propuso por primera vez en 2007 -señalaba- pero la idea se lanzó en el año 2004, en el marco de unas jornadas que tuvieron lugar sobre desarrollo sostenible».
PRESENCIA HUMANA. «Lo interesante de la zona es su enorme variedad, y que esta variedad se ha conservado en una zona donde el ser humano ha estado presente desde la prehistoria prosigue- es decir, que el grado de conservación Valle del Cabriel demuestra que es posible conciliar la presencia del ser humano con la conservación de la naturaleza, que es lo que ahora llamamos sostenibilidad, pero que aquí se ha hecho desde siempre».
Por eso, al proponer la Reserva de la Biosfera a la UNESCO, sus promotores lo hicieron amparándose en un programa, que se llama MaB, El Hombre y la Biosfera, donde se presta especial atención a zonas bien conservadas precisamente gracias a la mano del hombre.
El Valle del Cabriel empieza en una zona elevada, a 1.500 metros de altura, y baja hasta los 300 metros sobre el nivel del mar, en Cofrentes, donde confluye con el Júcar. Por eso hay hábitats de montaña y de estepa, hay profundos cañones y hoces, hay zonas prácticamente vírgenes y hay áreas intensamente humanizadas.
Dentro del ámbito geográfico del Valle del Cabriel, hay una serie de áreas protegidas. La más conocidas es la reserva natural de las Hoces del Cabriel. Pero también están la reserva de las Lagunas de la Cañada de Hoyo, así como diversas ZEPA y LIC, como las de Guadazaón, Ojos de Moya, las Hoces del Cabriel y las Derrubiadas.
Laguna de Cañada Del Hoyo (Foto: Labarta)
MARCA DE CALIDAD. En cuanto a las consecuencias de una declaración semejante, ésta «no añade nada a lo que ya se estuviese haciendo, esto es, no endurece las condiciones, programas o figuras de protección -indicaba Rubio- en realidad, se trata de un reconocimiento internacional al trabajo bien hecho. Lo que si da una declaración como éste es abrir una serie de posibilidades de dinamizar la zona».
Obviamente, un factor de dinamización será el turismo. Pero tanto Rubio como el delegado provincial de Industria, Energía y Medio Ambiente de la vecina provincia de Cuenca, Enrique Hernández Valero, aclaraban que no se trata de cualquier clase de turismo.
En las I Jornadas celebradas a principios de de noviembre de 2008 en la localidad conquense de Enguídanos, Hernández Valero destacaba que una declaración positiva por parte de la Unesco significaría «un significativo valor añadido de autoestima para la población, a la vez que abriría nuevas posibilidades de desarrollo relacionadas con el turismo sostenible».
El proyecto, que se inició en 2007, busca que la UNESCO declare como Reserva de la Biosfera a la totalidad del valle del río Cabriel, desde su nacimiento en la Sierra de Albarracín (Teruel) hasta su desembocadura en el Júcar en Cofrentes (Valencia).
En este proyecto están implicados aproximadamente sesenta municipios de las provincias de Cuenca, Albacete, Teruel y Valencia. De culminar con éxito, el Valle del Cabriel se convertiría en la trigésimo séptima zona de España en contar con la declaración de Reserva de la Biosfera, dentro el Programa MaB (Man and Biospher) de la UNESCO.
Además de en Enguídanos, las II Jornadas se celebraron también en los municipios de Iniesta y Minglanilla con una gran participación de alcaldes de localidades del norte de España inmersas igualmente en la declaración de zonas como Reservas de la Biosfera.
Todos ellos acudieron a nuestra provincia con el objetivo de conocer qué se está haciendo en Castilla-La Mancha para impulsar los espacios protegidos.
También participaron el alcalde Enguídanos y presidente actual de ADIMAN, José Vicente Antón; el coordinador provincial de Espacios Naturales en Cuenca, Enrique Montero, y el jefe de servicio regional de Áreas Protegidas, Miguel Ángel Rubio.
El Gobierno regional apoya la declaración del Valle del Cabriel como Reserva de la Biosfera
Noviembre de 2009
El Ministerio de Medio Ambiente acababa de aprobar un proyecto de Cooperación denominado RED DE ESPACIOS AMBIENTALMENTE COMPETITIVOS (REA): CARACTERIZACIÓN MEDIOAMBIENTAL PARA IMPULSAR LA COMPETITIVIDAD DE LAS ACTIVIDADES Y PRODUCTOS ASOCIADOS y donde los territorios participantes en el proyecto, con diferente grado de humanización, son entornos naturales de gran valor cultural y etnográfico, de elevada biodiversidad, con zonas incluidas en la Red Natura, y estructurados en gran medida alrededor de cauces fluviales vertebradores, que ayudan a conferir una identidad diferencial (ríos Mandeo y Mero en el GDR Mariñas-Betanzos; río Eume en el GDR Euroeume; ríos Sil y Cabe en el GDR Ribeira Sacra; río Navia en el GDR Ancares-Courel; ríos Tambre e Anllóns no GDR Órdenes; río Umia en el GDR O Salnés; ríos Noguera y Segriá en el GAL del mismo nombre; ríos Narcea y Muniellos en el GAL Alto Narcea – Muniellos; río Ese; rio Nalón; o los ríos Saja y Nansa en el GDR del mismo nombre; rio Miño, en el GDR Terras de Lugo; ríos Júcar y Cabriel en el territorio de ADIMAN).
Financiado íntegramente a cargo de este proyecto de cooperación se desarrolló el 6 y 7 de noviembre de 2009 entre Enguídanos –Iniesta y Minglanilla esta II jornada de Reserva de la Biosfera con el fin de poder llegar a declarar el río Cabriel como Reserva de la Biosfera.
El director general del Organismo Autónomo de Espacios Naturales, Alberto López Bravo, destacó el apoyo del Gobierno de Castilla-La Mancha a la declaración del Valle del Cabriel como Reserva de la Biosfera. Una iniciativa promovida por la Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela Conquense (ADIMAN) y los ayuntamientos de la comarca que “va a contar con el apoyo expreso del presidente Barreda”.
López Bravo, que participó en las II Jornadas sobre Reservas de la Biosfera celebradas en Enguídanos, solicitó la cooperación de las comunidades autónomas vecinas de Aragón y Valencia para “llevar a buen puerto esta valiente iniciativa”.
La declaración del Valle del Cabriel como Reserva de la Biosfera por la UNESCO aportaría significativo valor añadido de autoestima para la población, a la vez que abriría nuevas posibilidades de desarrollo relacionadas con el turismo.
En este contexto, el director general abogó por utilizar esta posible declaración para desarrollar prácticas en concordancia con el medio, evitando un turismo masivo y fomentando aquel que se desarrolle en base a los aspectos biológicos y culturales que la zona puede ofrecer.
Para el delegado provincial de Industria, Energía y Medio Ambiente, Enrique Hernández Valero, las Reservas de la Biosfera son “una oportunidad para la conservación de nuestro entorno y el desarrollo sostenible”. Igualmente, aseguró que “el reto del ser humano debe ser preservar la biodiversidad del especies y ecosistemas”.
Miguel Ángel Rubio, técnico de Adiman (Asociación para el Desarrollo Integral de la Manchuela Conquense), ya declararó anteriormente, después de las primeras Jornadas de 2008, que «Oficialmente, la idea se propuso por primera vez en 2007 -señalaba- pero la idea se lanzó en el año 2004, en el marco de unas jornadas que tuvieron lugar sobre desarrollo sostenible».
PRESENCIA HUMANA. «Lo interesante de la zona es su enorme variedad, y que esta variedad se ha conservado en una zona donde el ser humano ha estado presente desde la prehistoria prosigue- es decir, que el grado de conservación Valle del Cabriel demuestra que es posible conciliar la presencia del ser humano con la conservación de la naturaleza, que es lo que ahora llamamos sostenibilidad, pero que aquí se ha hecho desde siempre».
Por eso, al proponer la Reserva de la Biosfera a la UNESCO, sus promotores lo hicieron amparándose en un programa, que se llama MaB, El Hombre y la Biosfera, donde se presta especial atención a zonas bien conservadas precisamente gracias a la mano del hombre.
El Valle del Cabriel empieza en una zona elevada, a 1.500 metros de altura, y baja hasta los 300 metros sobre el nivel del mar, en Cofrentes, donde confluye con el Júcar. Por eso hay hábitats de montaña y de estepa, hay profundos cañones y hoces, hay zonas prácticamente vírgenes y hay áreas intensamente humanizadas.
Dentro del ámbito geográfico del Valle del Cabriel, hay una serie de áreas protegidas. La más conocidas es la reserva natural de las Hoces del Cabriel. Pero también están la reserva de las Lagunas de la Cañada de Hoyo, así como diversas ZEPA y LIC, como las de Guadazaón, Ojos de Moya, las Hoces del Cabriel y las Derrubiadas.
Laguna de Cañada Del Hoyo (Foto: Labarta)
MARCA DE CALIDAD. En cuanto a las consecuencias de una declaración semejante, ésta «no añade nada a lo que ya se estuviese haciendo, esto es, no endurece las condiciones, programas o figuras de protección -indicaba Rubio- en realidad, se trata de un reconocimiento internacional al trabajo bien hecho. Lo que si da una declaración como éste es abrir una serie de posibilidades de dinamizar la zona».
Obviamente, un factor de dinamización será el turismo. Pero tanto Rubio como el delegado provincial de Industria, Energía y Medio Ambiente de la vecina provincia de Cuenca, Enrique Hernández Valero, aclaraban que no se trata de cualquier clase de turismo.
En las I Jornadas celebradas a principios de de noviembre de 2008 en la localidad conquense de Enguídanos, Hernández Valero destacaba que una declaración positiva por parte de la Unesco significaría «un significativo valor añadido de autoestima para la población, a la vez que abriría nuevas posibilidades de desarrollo relacionadas con el turismo sostenible».
El proyecto, que se inició en 2007, busca que la UNESCO declare como Reserva de la Biosfera a la totalidad del valle del río Cabriel, desde su nacimiento en la Sierra de Albarracín (Teruel) hasta su desembocadura en el Júcar en Cofrentes (Valencia).
En este proyecto están implicados aproximadamente sesenta municipios de las provincias de Cuenca, Albacete, Teruel y Valencia. De culminar con éxito, el Valle del Cabriel se convertiría en la trigésimo séptima zona de España en contar con la declaración de Reserva de la Biosfera, dentro el Programa MaB (Man and Biospher) de la UNESCO.
Además de en Enguídanos, las II Jornadas se celebraron también en los municipios de Iniesta y Minglanilla con una gran participación de alcaldes de localidades del norte de España inmersas igualmente en la declaración de zonas como Reservas de la Biosfera.
Todos ellos acudieron a nuestra provincia con el objetivo de conocer qué se está haciendo en Castilla-La Mancha para impulsar los espacios protegidos.
También participaron el alcalde Enguídanos y presidente actual de ADIMAN, José Vicente Antón; el coordinador provincial de Espacios Naturales en Cuenca, Enrique Montero, y el jefe de servicio regional de Áreas Protegidas, Miguel Ángel Rubio.
