He sabido de esta página por casualidad. Las fotos no hacen justicia porque este pueblo hay que sentirlo, olerlo y oirlo. Oler su espliego, su orégano, su tomillo, oir las campanas de la Iglesia y su reloj, ver una tormenta de verano y ver despúes su arco iris, pero no en agosto, demasiada gente de todo a cien y sobre todo las fiestas charangueras y ruidosas. No contamineis la página con ataques personales, es de cobardes escudarse en el anonimato para lanzar injurias y calumnias. Recomiendo caminar cuando está saliendo el sol con los bancos de niebla y el rocío en las flores... Es una gozada.