Vista de entrada al Arrabal. Es el
barrio más antiguo del
pueblo, en el que destacan las llamadas "pedralizas". En ellas hay una de las
fuentes que aún conserva la villa y en la que no falta el
agua de manantial que baja de un cerro. Frente a ellas se encontraban los únicos teléfonos que existían en el pueblo, con operadora incluidos.