GASCUEÑA: ¡ Qué pena que nuestros hijos no puedan contemplar...

¡ Qué pena que nuestros hijos no puedan contemplar el rostro que Fausto Culebras le puso a la Dolorosa! El que tiene ahora ha sido manipulado. Antes era muy fino y el dolor que expresaba su rostro transpasaba los sentimientos de cualquier persona por muy fuerte que quisiera manifestarse. Ahora es más anguloso. Sus cejas más hombrunas. Le tapan la cara con la túnica para que no se vea. De esa manera se sigue pensando en el otro. Pero... ¡ Ya no es el rostro que Fausto realizó!