¿Y ahora qué?, después de un retraso de varios años, del tiempo perdido, del dinero gastado tontamente, la cabezonería de la corporación saliente con la señora Maribel al frente ha llagado a su fin. Ha tenido que ser el tribunal superior de CLM quien le diera la razón al vecino del pueblo que únicamente quería ampliar su taller. ¿Cuanto nos va a costar esta broma (de lo que ya se sabía el resultado)?. ¿Quién se hará cargo de todos los gastos ocasionados a propósito, solo por fastidiar y dividir al ciudadano? ¿lo pagará ella y sus concejales por obediencia debida?. Creo que se merecen cuando menos, un tirón de orejas, pues todo ha tenido como objeto el de retrasar unas obras a sabiendas de que tenía razón el solicitante. ¿Y el vecino?, ¿acaso no se merece una disculpa?. Veremos como queda la cosa y que decide la nueva corporación. Estaremos al tanto.