HISTORIA: Su nombre procede de Walmu. En época de dominación árabe,
Huélamo fue un importante enclave asentado sobre un empinado cerro. Conserva algunas
ruinas del
castillo sobre lo alto de un montículo y en las laderas se encuentran la
iglesia y algunas
calles, muy empinadas, unidas por
escaleras. Merece la pena hacer un recorrido hasta el
cementerio que muestra una bonita panorámica de los alrededores, cubiertos de una vegetación en la que abunda el boj.