Hola, yo no soy campillano pero he vivido algunos años allí y lo recuerdo con cariño, y los
amigos que dejé. En cuanto a la
torre de la
Iglesia no está mal tu propuesta pero me temo que en estos tiempos no es fácil. Habría que pedir los correspondientes permisos al obispado y luego costearlo el
pueblo, pero la gente no está ahora para dispendios. No obstante, estaré al tanto.