Aunque aparentemente La Pesquera va bien, la realidad es otra, vamos ha reducir el número de concejales a dos y eso supone que a la hora de dar ayudas, las ayudas se van a reducir notablemente, La Pesquera a dejado de ser un pueblo con todas las letras. Ese es el primer paso para que La Pesquera se convierta en pedanía y sea dirigida por otros que no son de La Pesquera. Ser o no ser aldea, no tiene que ver con el número de comercios, el número de casas o las obras, tiene que ver con el número de habitantes. Y ese matiz insignificante de reducir el número de representantes se debe a una diferencia de unos cuatro habitantes, que si el gobernante de turno se hubiera percatado, se podría haber solucionado. Pero bien lo que nos importa ahora en hundir a La Pesquera, y estamos en ese camino. En el camino de recordar a las próximas generaciones, en un futuro no lejano, cuando La Pesquera era un pueblo independiente.
Saludos a Los Pesquereños.
Saludos a Los Pesquereños.