Hola amigos de este foro.
Metidos ya, como aquel que dice, e las fiestas de Navidad y habiendo pasado (afortunadamente) muchas Nochebuenas, me viene a la memoria lo que han cambiado estas celebraciones en lo que va de medio siglo a esta parte, y según en el lugar donde te encuentres. Recuerdo de chaval en el pueblo, lo entrañables que eran, sin grandes lujos, mejorando en la mesa el menú ordinario y con aquellos dulces caseros, que se comían solo en estas fechas, y que sabían a gloria, Eran unas fiestas con poco relumbrón, sin árbol de Navidad, en pocas casas se ponía el Belén, y los adornos navideños en las casas eran escasos. Pero las recuerdo sencillas y emotivas.
El primer año que pase las navidades en la gran ciudad (Alicante) todo era nuevo para mi, los adornos en las calles, la iluminación extraordinaria, la inquietud de la gente ya que la celebración constituía, visitas, vacaciones, compras. No tantas como ahora, pero compras, y se notaba el trajín para que todo estuviera a punto para la cena del dia veinticuatro y la comida del dia de Navidad, Primaba el cordero, el cabo, el besugo e c t.. los dulces para después, algunos mantecados (de la panadería de la esquina) algunas figuritas de mazapán, y el turrón del duro y, del blando, y alguna botella de sidra con los licores, el anís, el coñac, y los de moda por entonces, el licor 43, Calisay, Cuantro e c t.. Era un trajín, diferente pero el objetivo final era el mismo, celebrar la nochebuena con alegría en familia, y acordándote de los que por un motivo o por otro, no están a la mesa.
Entre otras muchas cosas lo que me chocaba era la costumbre en los días previos, de pedir el aguinaldo. Por lo visto era costumbre en muchos oficios, que se ocupaban durante el resto del año de nuestro bienestar, y mirar por nuestra calidad de vida. Yo no tenia ni idea, de que existieran, ni de que fueran tantos.
Sonaba el timbre de casa, abrías, y al otro lado de la puerta, un señor, sonriente, sin uniforme, de paisano, por que era fuera de la ora de trabajo “Muy buenas tardes, soy el cartero que les desea felices pascuas “Y te entregaba una tarjeta donde, gráficamente, se expresaba de la misma forma y que decía “, el cartero le desea felices pascuas “, Como estabas acostumbrado a recógele el coreo en su propia mano intentabas reconocerle, cosa que no siempre era posible. Será que por la mañana va de uniforme pensabas; bueno pues muchas gracias, y le dabas cinco pesetas, un duro. Sin demasiado espacio de tiempo, sonaba otra vez el timbre, Otra persona ante la puerta con la misma o similar cantinela: Buenas tardes soy el sereno, que le desea felices pascuas, te parece distinto al que por las noches te abre el portal y que cuida de los establecimientos, pero, claro, a la luz del dia, ya se sabe, por la noche, todos los gatos son pardos: tenga igualmente las cinco pesetillas. Riiiiiin, Felices pascuas les desean los barrenderos del barrio. En la puerta de al lado su compañero estaba soltando la misma cantinela. Eran, barrenderos los de entonces, concienzudos. Además de barrer, lanzaban el agua de la manguera a toda presión para dejar limpias las calles. Hoy se encargan las maquinas del trabajo y apenas mojan el asfalto. Diez pesetas por que son dos los empleados públicos. Riiiiiiiin, Buenas soy el basurero, que les desea unas felices fiestas de Navidad. Tarjeta demostrativa y aguinaldo de diez pesetas ya que nos libera de la basura que diariamente se produce en el hogar, que además de recogerla de puerta en puerta, la trasportaban en carros, tirados por grades caballos, y la única remuneración era lo que pudieran sacar del reciclaje de dicha basura sin cobrar nada del Ayuntamiento.
En la esquina, el guardia, regula la circulación, rodeado de tabletas de turrón y, botellas de licor que le van dejando algunos conductores y mayormente los comerciantes y las marcas oficiales de bebidas y comestibles
El tímbrese se va a desgastar de tanto uso; Riiiiiiii, Se trata de un grupo de niños vecinos del barrio, cuyo portavoz reclama como sus predecesores, su parte del aguinaldo “. Si nos das un aguinaldo le cantamos un villancico “Pero si lo hacéis bien.””Esta noche es noche buena….• No son muy originales, en la elección del tema ni excelente la afinación, pero la buena voluntad manifestada es merecedora de la propina solicitada que no pasa de un par de pesetas y unos dulces, y allá se marchan tan contentos con sus panderetas alguna zambomba y la consabida botella de anís rascada con el rabo de una cuchara
Metidos ya, como aquel que dice, e las fiestas de Navidad y habiendo pasado (afortunadamente) muchas Nochebuenas, me viene a la memoria lo que han cambiado estas celebraciones en lo que va de medio siglo a esta parte, y según en el lugar donde te encuentres. Recuerdo de chaval en el pueblo, lo entrañables que eran, sin grandes lujos, mejorando en la mesa el menú ordinario y con aquellos dulces caseros, que se comían solo en estas fechas, y que sabían a gloria, Eran unas fiestas con poco relumbrón, sin árbol de Navidad, en pocas casas se ponía el Belén, y los adornos navideños en las casas eran escasos. Pero las recuerdo sencillas y emotivas.
El primer año que pase las navidades en la gran ciudad (Alicante) todo era nuevo para mi, los adornos en las calles, la iluminación extraordinaria, la inquietud de la gente ya que la celebración constituía, visitas, vacaciones, compras. No tantas como ahora, pero compras, y se notaba el trajín para que todo estuviera a punto para la cena del dia veinticuatro y la comida del dia de Navidad, Primaba el cordero, el cabo, el besugo e c t.. los dulces para después, algunos mantecados (de la panadería de la esquina) algunas figuritas de mazapán, y el turrón del duro y, del blando, y alguna botella de sidra con los licores, el anís, el coñac, y los de moda por entonces, el licor 43, Calisay, Cuantro e c t.. Era un trajín, diferente pero el objetivo final era el mismo, celebrar la nochebuena con alegría en familia, y acordándote de los que por un motivo o por otro, no están a la mesa.
Entre otras muchas cosas lo que me chocaba era la costumbre en los días previos, de pedir el aguinaldo. Por lo visto era costumbre en muchos oficios, que se ocupaban durante el resto del año de nuestro bienestar, y mirar por nuestra calidad de vida. Yo no tenia ni idea, de que existieran, ni de que fueran tantos.
Sonaba el timbre de casa, abrías, y al otro lado de la puerta, un señor, sonriente, sin uniforme, de paisano, por que era fuera de la ora de trabajo “Muy buenas tardes, soy el cartero que les desea felices pascuas “Y te entregaba una tarjeta donde, gráficamente, se expresaba de la misma forma y que decía “, el cartero le desea felices pascuas “, Como estabas acostumbrado a recógele el coreo en su propia mano intentabas reconocerle, cosa que no siempre era posible. Será que por la mañana va de uniforme pensabas; bueno pues muchas gracias, y le dabas cinco pesetas, un duro. Sin demasiado espacio de tiempo, sonaba otra vez el timbre, Otra persona ante la puerta con la misma o similar cantinela: Buenas tardes soy el sereno, que le desea felices pascuas, te parece distinto al que por las noches te abre el portal y que cuida de los establecimientos, pero, claro, a la luz del dia, ya se sabe, por la noche, todos los gatos son pardos: tenga igualmente las cinco pesetillas. Riiiiiin, Felices pascuas les desean los barrenderos del barrio. En la puerta de al lado su compañero estaba soltando la misma cantinela. Eran, barrenderos los de entonces, concienzudos. Además de barrer, lanzaban el agua de la manguera a toda presión para dejar limpias las calles. Hoy se encargan las maquinas del trabajo y apenas mojan el asfalto. Diez pesetas por que son dos los empleados públicos. Riiiiiiiin, Buenas soy el basurero, que les desea unas felices fiestas de Navidad. Tarjeta demostrativa y aguinaldo de diez pesetas ya que nos libera de la basura que diariamente se produce en el hogar, que además de recogerla de puerta en puerta, la trasportaban en carros, tirados por grades caballos, y la única remuneración era lo que pudieran sacar del reciclaje de dicha basura sin cobrar nada del Ayuntamiento.
En la esquina, el guardia, regula la circulación, rodeado de tabletas de turrón y, botellas de licor que le van dejando algunos conductores y mayormente los comerciantes y las marcas oficiales de bebidas y comestibles
El tímbrese se va a desgastar de tanto uso; Riiiiiiii, Se trata de un grupo de niños vecinos del barrio, cuyo portavoz reclama como sus predecesores, su parte del aguinaldo “. Si nos das un aguinaldo le cantamos un villancico “Pero si lo hacéis bien.””Esta noche es noche buena….• No son muy originales, en la elección del tema ni excelente la afinación, pero la buena voluntad manifestada es merecedora de la propina solicitada que no pasa de un par de pesetas y unos dulces, y allá se marchan tan contentos con sus panderetas alguna zambomba y la consabida botella de anís rascada con el rabo de una cuchara