ae de buena mañana una suave lluvia --. haber si cesa entrando el dia --. Hoy es dia de fiesta y de visita al cementerio. Las mujeres del pueblo se afanan dejando brillantes las lapidas y epitafios, cruces y retratos. Aquí no hay grandes panteones ni estatuas conmemorativas, tumbas grandes de la nobleza, con letras de oro y cruces de acero inoxidable. Aquí son mas humildes, mas normales y sencillas con los mismos rezos y los mismos sentimientos. Un tarro de arcilla con algunas flores de plástico, que serán sustituidas por frescas y naturales.
Camposanto lugar silencioso donde habitaran algunos, que la cremación libera del suelo y la costumbre del eterno reposo estancado. Es dia de velas y cirios, Velones lamparillas y mariposas.
Alguna mujer arrodilladla limpia con un trapo la piedra rectangular. Enseña parte de los muslos en vueltos en medias negras. Las fotos de los fallecidos están en casi todos los departamentos. A la postre fotografiarnos es dejar el recuerdo detenido. Mostrar como fuimos en ese instante, en ese momento exacto en que la cámara nos secuestro el alma es inexacto pero aproximativo. Al menos crea la vana impresión en los familiares de la persistencia La vida ante la descomposición de la muerte
Y las postreras palabras: aquí yace fulano de tal, tus hijos no te olvidan, flores secas de coronas mortuorias Y después de estos días ¡que espantoso silencio ¡
Hoy es cuando el Camposanto tiene mas vida, La ciudad de los muertos se puebla de vivos que venden flores (flores muertas como símbolo de la vida efímera) Se arreglan las tumbas, se depositan flores, paseando entre cruces, recuerdan a los suyos y regresan con el sentimiento del deber y la tradición cumplidos Mientras de nuevo empieza a caer unas suave lluvia
Camposanto lugar silencioso donde habitaran algunos, que la cremación libera del suelo y la costumbre del eterno reposo estancado. Es dia de velas y cirios, Velones lamparillas y mariposas.
Alguna mujer arrodilladla limpia con un trapo la piedra rectangular. Enseña parte de los muslos en vueltos en medias negras. Las fotos de los fallecidos están en casi todos los departamentos. A la postre fotografiarnos es dejar el recuerdo detenido. Mostrar como fuimos en ese instante, en ese momento exacto en que la cámara nos secuestro el alma es inexacto pero aproximativo. Al menos crea la vana impresión en los familiares de la persistencia La vida ante la descomposición de la muerte
Y las postreras palabras: aquí yace fulano de tal, tus hijos no te olvidan, flores secas de coronas mortuorias Y después de estos días ¡que espantoso silencio ¡
Hoy es cuando el Camposanto tiene mas vida, La ciudad de los muertos se puebla de vivos que venden flores (flores muertas como símbolo de la vida efímera) Se arreglan las tumbas, se depositan flores, paseando entre cruces, recuerdan a los suyos y regresan con el sentimiento del deber y la tradición cumplidos Mientras de nuevo empieza a caer unas suave lluvia