Hola amigos/as del Foro
Es verdad, no debimos hacerlo, pues en estas fechas la sensibilidad de algunas personas está a flor de piel, y se disparan las emociones... pero ni ella ni yo lo hemos podido evitar. Los dos somos culpables.
Ella, llevaba muchos días insinuándose, ofreciéndose a mi, cada vez que yo entraba en casa, limpia pero descaradamente, con ese desenfadado y alegre descaro que da el saberse querida, muy querida.
Yo entraba en casa intentando no mirarla, sabedor de que a la vista de su blanca piel no me íba a poder resistir, y la tendría que coger entre mis brazos, estrecharla fuertemente, y abandonarme al hechizo de su suave y maravillosa tacto. Y, hoy, pasó.
Sin poder contenerme por mas días, fuí hacia ella, la levanté suavemente y colocándola en mis rodillas la apreté fuertemente en mi pecho, y comencé a acariciar su nacarada piel, con la suavidad requerida para tan especial ocasión. Completaba el cuadro mi cabeza ladeada hacia la izquierda, mis ojos cerrados, y mi cara sobre su piel suave y oscura como el ébano.
Ella, se dejaba tocar, y respondiendo a mis caricias tan largamente esperadas, me obsequió con lo que ella sabe que me gusta, con un celestial sonido, con las primeras notas de " Noche de Dios, Noche de Paz...".
Después vinieron otros villancicos, "la Marimorena, los Peces en el Río, Hacia Belén va una Burra... y mas.
Nos sentíamos a gusto solos, compenetrados, fundidos en nuestro mundo de entrañables recuerdos de tiempos pasados... y no tan pasados, y sin darnos cuenta empezamos a tocar las piezas que nunca se deben tocar si te sientes tocado por la nostalgia evocadora de tiempos mejores. Los Boleros.
Los Boleros como el Flamenco, son pequeñas historias de amores rotos, olvidos,
ausencia de seres queridos que se han ido para no volver, y no se deben tocar en estas fechas en las que el que mas y el que menos, ha perdido algo, o a alguién. Pero nosotros estábamos extasiados, en perfecta simbiosis, fundidos en nuestro abrazo, rodeados de la música adecuada... y pasó.
No se como pasó, pero de pronto en los dedos de mi mano derecha cayó una lágrima, y otra, y otra... pero mi acordeón y yo terminamos el bolero, ella emitiendo sus mejores notas, respondiendo a la suave presión de mis dedos mojados, como si se quisiera hacer perdonar el haberse ofrecido a mi un día y otro, y otro. Y Yo, para no dejar a medias algo tan bonito y sublime como tocar un bolero.
Eso sí, hemos prometido no volver a tocarnos en un tiempo prudente, como por ejemplo... la semana que viene.
Amigos, en estas especiales y entrañables Fiestas como es la Navidad, no se debe tocar un instrumento tan sensible si estás solo, y mucho menos un Bolero.
Espero haber tocado alguna fibra sensible en vuestros corazones, y aprovecho la ocasión para desearos, lo que para un servidor son los pilares fundamentales de la convivencia, mucho amor y respeto.
FELIZ NOCHEVIEJA, Y FELIZ AÑO 2013.
Me comunicaré con vosotros cuando venga de tierras andaluzas, donde pasaré el fin de Año.
SER BUENOS FOREROS.
OS QUIERO.
Manuel.
Es verdad, no debimos hacerlo, pues en estas fechas la sensibilidad de algunas personas está a flor de piel, y se disparan las emociones... pero ni ella ni yo lo hemos podido evitar. Los dos somos culpables.
Ella, llevaba muchos días insinuándose, ofreciéndose a mi, cada vez que yo entraba en casa, limpia pero descaradamente, con ese desenfadado y alegre descaro que da el saberse querida, muy querida.
Yo entraba en casa intentando no mirarla, sabedor de que a la vista de su blanca piel no me íba a poder resistir, y la tendría que coger entre mis brazos, estrecharla fuertemente, y abandonarme al hechizo de su suave y maravillosa tacto. Y, hoy, pasó.
Sin poder contenerme por mas días, fuí hacia ella, la levanté suavemente y colocándola en mis rodillas la apreté fuertemente en mi pecho, y comencé a acariciar su nacarada piel, con la suavidad requerida para tan especial ocasión. Completaba el cuadro mi cabeza ladeada hacia la izquierda, mis ojos cerrados, y mi cara sobre su piel suave y oscura como el ébano.
Ella, se dejaba tocar, y respondiendo a mis caricias tan largamente esperadas, me obsequió con lo que ella sabe que me gusta, con un celestial sonido, con las primeras notas de " Noche de Dios, Noche de Paz...".
Después vinieron otros villancicos, "la Marimorena, los Peces en el Río, Hacia Belén va una Burra... y mas.
Nos sentíamos a gusto solos, compenetrados, fundidos en nuestro mundo de entrañables recuerdos de tiempos pasados... y no tan pasados, y sin darnos cuenta empezamos a tocar las piezas que nunca se deben tocar si te sientes tocado por la nostalgia evocadora de tiempos mejores. Los Boleros.
Los Boleros como el Flamenco, son pequeñas historias de amores rotos, olvidos,
ausencia de seres queridos que se han ido para no volver, y no se deben tocar en estas fechas en las que el que mas y el que menos, ha perdido algo, o a alguién. Pero nosotros estábamos extasiados, en perfecta simbiosis, fundidos en nuestro abrazo, rodeados de la música adecuada... y pasó.
No se como pasó, pero de pronto en los dedos de mi mano derecha cayó una lágrima, y otra, y otra... pero mi acordeón y yo terminamos el bolero, ella emitiendo sus mejores notas, respondiendo a la suave presión de mis dedos mojados, como si se quisiera hacer perdonar el haberse ofrecido a mi un día y otro, y otro. Y Yo, para no dejar a medias algo tan bonito y sublime como tocar un bolero.
Eso sí, hemos prometido no volver a tocarnos en un tiempo prudente, como por ejemplo... la semana que viene.
Amigos, en estas especiales y entrañables Fiestas como es la Navidad, no se debe tocar un instrumento tan sensible si estás solo, y mucho menos un Bolero.
Espero haber tocado alguna fibra sensible en vuestros corazones, y aprovecho la ocasión para desearos, lo que para un servidor son los pilares fundamentales de la convivencia, mucho amor y respeto.
FELIZ NOCHEVIEJA, Y FELIZ AÑO 2013.
Me comunicaré con vosotros cuando venga de tierras andaluzas, donde pasaré el fin de Año.
SER BUENOS FOREROS.
OS QUIERO.
Manuel.