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LA VENTOSA: Imaginaros por un momento a uno de nuestros hijos,...

Imaginaros por un momento a uno de nuestros hijos, con 16 años, haciéndose responsable de algo que no sea su móvil, y digo su móvil, no su factura... pero en fin el tema es otro.
Los pequeños que no eran ajustados para trabajar en casa de un "amo", ayudábamos con gusto en nuestras casas a acarrear la mies ¿os imagináis a un chaval de 11 años bajando la cuesta de la Fuente Juan Tieso con tres burros cargados de mies, para descargarla en las eras del pueblo?. Pues era normal entonces y lo llevábamos con orgullo, y además no nos sentíamos explotados.
También íbamos a por agua a las fuentes, a por hierba para los animales, etc...
¿Y que decir de las chicas?. Las chicas, desde muy jovencitas servían en casas del pueblo en todas las tareas que conlleva una casa, desde lavar canastas y canastas de ropa, fregar, servir las comidas, hacer camas etc... y si les sobraba algo de tiempo, porque no todas dormían en casa de los "amos", también en casa les esperaba tarea, incluso mas que a los chicos.
No quiero que estos escritos sean de tristes recuerdos, pues se trata de plasmar una realidad ya pasada, llena de trabajos ingratos, pero también de recuerdos felices, pues mientras trabajaban, nuestros padres tuvieron la alegría de ver venir al mundo a nosotros sus hijos, que crecimos junto a ellos, y sus enseñanzas nos hicieron colaborar en las tareas codo a codo con ellos, y además nos enseñaron el camino a seguir con su ejemplo.
Por eso amigos/as cuando veáis a un viejecito/ta por el pueblo, hablar con El, preguntarle cosas del campo y que tal se encuentra de salud. La verdad es que se ven pocos, pues los que quedan, o están en casa enfermos, o los hijos se los han llevado para cuidarlos en sus casas de las ciudades, y pensar que si las máquinas fallaran, y no se pudieran labrar las tierras con ellas, las fuentes dejaran de echar agua, y la electricidad se acabara, ellos sabrían hacer los surcos con sus manos para sembrar, sabrían buscar agua debajo de la tierra, y de la cera de las abejas, después de obtener la miel, harían las velas que nos alumbrarían. Vaya desde aquí mi admiración por los pocos hombres y mujeres (auténticos) del campo que quedan.
Los hijos/as de esos héroes, o sea, nosotros que tenemos mas de 50 años, y que emigramos del pueblo, también tenemos nuestro mérito por haber sobrevivido en un medio tan hostil al principio, en las ciudades, y tan agradecido a lo largo del tiempo, pues somos parte integrante de las mismas, y formamos parte de su desarrollo y riqueza junto a nuestros hijos nacidos en Ellas.
También quiero pensar contrariamente a una opinión muy generalizada y extendida en el pueblo, que somos importantes para y por, el futuro del mismo, pues la mayor parte de nosotros mantenemos vínculos muy fuertes tanto de patrimonio como familiares, (aunque estos estén difuntos), y todos queremos que el pueblo progrese, y sobre todo que se mantenga con todos los servicios que tiene, como ambulatorio, ayuntamiento, bares, tienda de ultramarinos etc... ah, y la joya de los tres últimos años, que tan apreciada es por todas las Villas. La piscina.
También queremos que se mantengan y se impulsen las Tradiciones, pues las mismas son parte de nuestro ser, de nuestra persona, como los Mayos, y ahora mas recientemente el día de Villas de la Ventosa.
Este acto o fiesta de hermandad, que se instituyó hace seis años por la antigua Corporación Municipal, para servir de vínculo lúdico de hermanamiento de los vecinos de las seis villas, se ha celebrado siempre con éxito en cada una de las villas, habiéndole correspondido este año el honor de su celebración, a la villa mas pequeña aunque por ello no menos importante, Valdecañas.
Es de resaltar el orden y puntualidad de los actos, Misa, comida, (paella zurra y dulces) rematados por baile con música en vivo, organizados por las pocas personas componentes de esa villa hermana, que aunque fueran ayudados, han estado a la altura de las demás villas de mayor población. Muchas gracias y enhorabuena amigos de Valdecañas, el año próximo le toca trabajar a la Ventosa, y aquí os esperamos para que lo paséis bien.
Aquí termino este escrito, que junto con el anterior, quiero dedicarlo como homenaje a los hombres y mujeres mayores que tanto han trabajado en épocas pasadas, en las que las palabras: Respeto; obediencia; familia; ayuda; amistad; ley; orden; padre; madre; abuelo etc... eran las palabras que les servían de guía en su vida diaria.
Una última cosa, principalmente para los que me conocen en este apreciado Foro: mientras escribía esto, he sido avisado de que mi preciosa hija mayor, ha dado a luz a mi nieto Germán. Los papás, un servidor, y mi nieto, al que conoceré mañana, están bien.
Foreros, os manda un cordial saludo a todos/as:
Manuel.