Su madre, adivinando sus pensamientos le dijo.- No le des
vueltas hijo mío. La respuesta está en la Conformidad. Cuando estamos ahí fuera vivimos muy deprisa, trabajamos demasiado por conseguir cosas que no necesitamos, y que cuando las tenemos no podemos disfrutarlas por falta de tiempo o de dinero, le compramos cosas a nuestros hijos, que no solo no los hace más felices, sino que los hace más exigentes y desgraciados cuando no consiguen lo próximo que se les antoja. Vamos muy deprisa por la vida, y a pesar de tener coches para desplazarnos más deprisa, no encontramos el momento de visitar a los amigos y familiares, aunque estén enfermos, y nos molesta si nos visitan. Mira, Tú, por ejemplo, y no te lo digo para apenarte hijo mío, hace un año que no vienes a visitarnos, a nosotros, a tus padres, ¿y porqué?, porque estás atareado, aunque sí buscas y sacas tiempo para ir un puente a la playa, pero claro tu excusa son los niños y tu mujer. Pero ¿te has parado a pensar lo que nosotros hicimos por Ti desde que viniste al mundo?
.-Todo hijo, lo hicimos todo.- siguió diciendo su madre, con suaves palabras que le atravesaban el corazón.- y a gusto, y privaciones tuvimos más de las que deseamos, para que a Ti no te faltara de nada. Caprichos no, pues nuestra generación no era de caprichos, pero nunca te faltó ni la mejor cartera para la escuela, ni las mejores botas y abrigo, ni la mejor tajada en el plato, y cuando fuiste creciendo, no te faltó dinerillo en el bolsillo para tus gastos. Cierto es que no has sido mal hijo, y todo lo hicimos a gusto y lo damos por bien empleado tu padre y yo, pero ahora vemos como estás inmerso en esa vida de trabajo y falta de tiempo que no te conduce a ningún sitio, pues tus hijos y también Sofía, aunque no te lo diga, te echan de menos.
.- Cuando llegamos aquí tu madre y yo.-Dijo su padre, tomando la palabra.- nos hicieron entender que todo el tiempo es nuestro, y nos enseñaron a disfrutarlo sin prisas. Nos enseñaron que la vida en comparación con lo que nos espera en la Eternidad, es en su duración como una estrella fugaz, un soplo, y ahora sabemos el verdadero sentido de la vida, ¡vívela hijo, vívela con tu familia!. Nos tenemos que ir hijo, ven a vernos más a menudo, y no tengas miedo de traer a los niños, les hará bien saber y entender que hay otras formas de vida, si tú se lo explicas. Ve con Dios hijo, te queremos mucho.
.-Dicho esto, Jaime vio como sus padres daban media vuelta y se alejaban tal y como habían llegado, en silencio y cogidos del brazo.
El Cuidador, el hombre vestido de blanco que le recibió al llegar, apareció junto a Él y le dijo.- Jaime tus padres ya se han ido, y debe irse a casa, es muy tarde y su familia se va a preocupar.
.-Despertó de pronto y no vio a nadie. Se encontraba pesado y amodorrado, y aunque sentía como si hubiera dormido diez horas seguidas, quería seguir durmiendo. Miró su reloj y comprobó que había dormido dos horas, y que eran las diez de la noche, por lo que preocupado por su familia, cogió su libro y salió del Centro cerrando la puerta tras El.
.-Cuando llegó a su casa, su mujer preocupada le dijo.- No me gusta que vayas al Cementerio tan tarde. ¿Qué has hecho allí hasta estas horas?
.-Me he quedado dormido al llegar, y he soñado con mis padres, y hemos hablado, ya te contaré mañana cariño.-contestó. Me voy a la cama.-Entró en su habitación, y al dejar el libro en su mesilla, este cayó al suelo abriéndose, y lo que vio le dejó helado. Allí en el libro abierto había un Mechón de blanquísimo pelo, y un Clavel.
Foreros/as, un saludo muy cordial y espero que os haya entretenido este relato vacacional.
Foreros/as, mi deseo no ha sido otro que el de entreteneros un ratejo en este caluroso mes de Agosto. Con afecto:
Manuel.
vueltas hijo mío. La respuesta está en la Conformidad. Cuando estamos ahí fuera vivimos muy deprisa, trabajamos demasiado por conseguir cosas que no necesitamos, y que cuando las tenemos no podemos disfrutarlas por falta de tiempo o de dinero, le compramos cosas a nuestros hijos, que no solo no los hace más felices, sino que los hace más exigentes y desgraciados cuando no consiguen lo próximo que se les antoja. Vamos muy deprisa por la vida, y a pesar de tener coches para desplazarnos más deprisa, no encontramos el momento de visitar a los amigos y familiares, aunque estén enfermos, y nos molesta si nos visitan. Mira, Tú, por ejemplo, y no te lo digo para apenarte hijo mío, hace un año que no vienes a visitarnos, a nosotros, a tus padres, ¿y porqué?, porque estás atareado, aunque sí buscas y sacas tiempo para ir un puente a la playa, pero claro tu excusa son los niños y tu mujer. Pero ¿te has parado a pensar lo que nosotros hicimos por Ti desde que viniste al mundo?
.-Todo hijo, lo hicimos todo.- siguió diciendo su madre, con suaves palabras que le atravesaban el corazón.- y a gusto, y privaciones tuvimos más de las que deseamos, para que a Ti no te faltara de nada. Caprichos no, pues nuestra generación no era de caprichos, pero nunca te faltó ni la mejor cartera para la escuela, ni las mejores botas y abrigo, ni la mejor tajada en el plato, y cuando fuiste creciendo, no te faltó dinerillo en el bolsillo para tus gastos. Cierto es que no has sido mal hijo, y todo lo hicimos a gusto y lo damos por bien empleado tu padre y yo, pero ahora vemos como estás inmerso en esa vida de trabajo y falta de tiempo que no te conduce a ningún sitio, pues tus hijos y también Sofía, aunque no te lo diga, te echan de menos.
.- Cuando llegamos aquí tu madre y yo.-Dijo su padre, tomando la palabra.- nos hicieron entender que todo el tiempo es nuestro, y nos enseñaron a disfrutarlo sin prisas. Nos enseñaron que la vida en comparación con lo que nos espera en la Eternidad, es en su duración como una estrella fugaz, un soplo, y ahora sabemos el verdadero sentido de la vida, ¡vívela hijo, vívela con tu familia!. Nos tenemos que ir hijo, ven a vernos más a menudo, y no tengas miedo de traer a los niños, les hará bien saber y entender que hay otras formas de vida, si tú se lo explicas. Ve con Dios hijo, te queremos mucho.
.-Dicho esto, Jaime vio como sus padres daban media vuelta y se alejaban tal y como habían llegado, en silencio y cogidos del brazo.
El Cuidador, el hombre vestido de blanco que le recibió al llegar, apareció junto a Él y le dijo.- Jaime tus padres ya se han ido, y debe irse a casa, es muy tarde y su familia se va a preocupar.
.-Despertó de pronto y no vio a nadie. Se encontraba pesado y amodorrado, y aunque sentía como si hubiera dormido diez horas seguidas, quería seguir durmiendo. Miró su reloj y comprobó que había dormido dos horas, y que eran las diez de la noche, por lo que preocupado por su familia, cogió su libro y salió del Centro cerrando la puerta tras El.
.-Cuando llegó a su casa, su mujer preocupada le dijo.- No me gusta que vayas al Cementerio tan tarde. ¿Qué has hecho allí hasta estas horas?
.-Me he quedado dormido al llegar, y he soñado con mis padres, y hemos hablado, ya te contaré mañana cariño.-contestó. Me voy a la cama.-Entró en su habitación, y al dejar el libro en su mesilla, este cayó al suelo abriéndose, y lo que vio le dejó helado. Allí en el libro abierto había un Mechón de blanquísimo pelo, y un Clavel.
Foreros/as, un saludo muy cordial y espero que os haya entretenido este relato vacacional.
Foreros/as, mi deseo no ha sido otro que el de entreteneros un ratejo en este caluroso mes de Agosto. Con afecto:
Manuel.