LA VENTOSA: Hola, ABACO, que razón tienes en lo de insultar al...

Hola, ABACO, que razón tienes en lo de insultar al cerdo y que socorrido es entre las personas, cuando quieren insultarse, utilizar el nombre de algún animal, si alguien no le gusta trabajar, es un perro, si no se asea, un cerdo, cuando no van bien los estudios, eres un burro, (incluso te humillaban, poniéndote unas orejas) las chicas de vida alegre, según el dicho popular, eran mas Pu,,,, que las gallinas, si alguien no estaba bien de la cabeza, era que estaba como una cabra,,, etc
A un que este tema da para mucho, hoy quiero centrarme en una hipotética carta, de un pastor, Esos personajes entrañables que en otro tiempo eran parte del paisaje de pueblos como el nuestro, que aun mal sabiendo "las cuatro reglas" eran expertos en otras muchas cosas.
«Visto lo dicho, he pensado en si las autoridades del pequeño pueblo en que yo vivo, o sea, el alcalde, el cabo de la Guardia Civil, el señor cura y el secretario, podrían imponer su autoridad; pero claro, hay que comprender que se trata de un pequeño pueblo y los golfos de categoría viven en grandes pueblos y ciudades»
Respetable señor: Me tomo el atrevimiento de escribirle a usted, perdone, no me he presentado, me llamo Leoncio Buendía y me dedico al pastoreo en un pequeño pueblo de la Alcarria y le escribo para hablarle de lo siguiente: Aunque le supongo bien enterado de todo lo que está aconteciendo en España, un país donde todo lo malo crece, el paro, los impuestos, los copagos, el pienso para el ganado, en fin qué le voy a contar a usted. Pero sí quiero hacer hincapié en lo que está pasando con los golfos, ahora les llaman corruptos, de guante blanco cuyo crecimiento supera en mucho al parto que tuvo hace unos días la marrana del Samuel, al que aquí se le conoce como Samuel el Morrudo, y que como le decía su puerca parió dieciséis marranillos en un solo parto.
Yo me entero de estas cosas que están pasando gracias al pequeño aparato de radio que siempre llevo conmigo pues como le he dicho soy pastor y me paso el día andando de aquí para allá por los montes controlando las ovejas, por cierto, por lo que se dice en la radio me da la impresión de que hay más ovejas en los pueblos que en los montes, espero que nadie me entienda mal y se enfade conmigo, lo digo sin intención de ofender y mucho menos de comparar.
La cosa es, señor armero, que a mí, fíjese usted qué manía más tonta, se me ha metido en la cabeza que esto de que haya cada vez más golfos de guante blanco, o corruptos como les llaman ahora, hay que ver la forma de atajarlo y he pensado que en España debe haber autoridades, y creo que también hay políticos, sé que algunos cobran sueldo por serlo, que deberían meterle mano a la cosa. He pensado en que debería intervenir y poner las cosas en su sitio el presidente don Mariano Rajoy, pero por lo que oigo en la radio veo que anda muy ocupado jugando todos los días al tenis con ese señor que se quiere ir de España y no entiendo por qué no se va cuando tantos españoles se están marchando todos los días a otros países, no le veo yo el mayor problema a la intención de esta persona que parece que no se encuentra a gusto en España. También he pensado en el ministro de Justicia, ese señor, que si no he entendido mal, me puede castigar si una de mis ovejas tiene un aborto, pero por lo que yo he podido colegir, está muy ocupado para que lo del aborto salga bien y le nombren cardenal o como mal menor cura párroco de la iglesia de su barrio, por lo cual no dispone de tiempo para acabar con la golfería de alto copete. He pensado también en que los jueces podrían hacer algo, pero me he dado cuenta de que bastante trabajo tienen con algún que otro fiscal que les llama de todo, y no muy bueno, mientras defiende a capa y espada a aquellos a los que los jueces consideran que han hecho «algo» que no está bien. Eso sin contar con que aquellos a los que los jueces les están buscando las cosquillas tienen todo el derecho a decir que le pongan otro juez que «este no me gusta». Por ahí tampoco se puede hacer nada. He pensado también en el defensor del pueblo, no, no me refiero a Robín de los Bosques, estoy hablando de ese que es nombrado por los políticos para defender a los ciudadanos de esos mismos políticos que lo han puesto ahí, pero por lo que estamos viendo a este pobre señor, o señora, no le hacen caso ni en su propia casa, por tanto tampoco sirve para lo que yo deseo. No me he olvidado del Rey, pero está en situación de baja médica.
Visto lo dicho, he pensado en si las autoridades del pequeño pueblo en que yo vivo, La Ventosa, o sea, el alcalde, el cabo de la Guardia Civil, el señor cura y el secretario, podrían imponer su autoridad; pero claro, hay que comprender que se trata de casi una aldea y los golfos de categoría viven en grandes pueblos y ciudades, aunque estas cosas también están pasando en los pequeños pueblos, sin ir más lejos en mi pueblo se han levantado muchos comentarios, maliciosos todos ellos, en el bar, el único que hay, de lo mal que en estos últimos años se han echo las cosas, y claro, hay para pensar mal, muy mal, si tenemos en cuenta que los que llegan, hacen buenos a los que se fueron. En fin, que solo me queda usted como último recurso y teniendo en cuenta eso que decimos los españoles de que «eso que lo arregle el maestro armero» que vea si usted lo puede solucionar. Perdone las molestias y muchas gracias. Leoncio Buendía.