Luz ahora 0,12893 €/kWh

LA VENTOSA: Aquel Pollo ecológico se paseaba orgulloso y altanero...

Aquel Pollo ecológico se paseaba orgulloso y altanero presumiendo de su sana y robusta naturaleza avícola.

- ¡Que guapo soy! -se decía a sí mismo el pollo ecológico- Mi dieta diaria es impecable, nutriente y equilibrada, en ella no hay nada de componentes transgénicos, aditivos ni conservantes, nada de piensos elaborados con vaya usted a saber que ingredientes químicos venenosos. Yo salgo todos los días de madrugada al tejado de este gallinero rural, canto mis kikirikíes melodiosos al sol naciente de la jornada y después con buen apetito me pongo a escarbar y picotear en la tierra y a comerme los gusanos que encuentro y todas las porquerías y mondas que hay por el suelo. ¡Que felicidad!

Unas gallinas dormilonas que se acababan de levantar del palo, viendo pasar al orgulloso gallo ecológico comentaron por lo bajinis:

- Mira Clarita, es el nuevo gallo que han traído al corral. Viene muy recomendado de una granja de avicultores naturistas de izquierdas del pueblo de al lado; unos fulanos de largas melenas y barbas pelirrojas.

- Ya lo se Benilde, estoy en todo. Y además sé que come caca todos los días…

- ¿Qué come caca dices? ¡Que horror! ¡No es posible!...

- Como te lo digo. Y no solamente caca de la que encuentra escarbando en la basura, sino también ¡caca de burro!

- ¡De burro! Eso no me lo creo yo, ¿es que se ha vuelto loco ese pollo? Como si no hubiera suficientes alimentos riquísimos en esta explotación avícola de toda la vida… Mira, ahí tienen almacenados ochenta sacos de piensos compuestos que están para chuparse una la cresta…

- Pues nada, él venga y dale a comer cagarrutas y gusanos repelentes.

- ¡Gusanos!...

- Sí hija, sí, gusanos. No son figuraciones mías. El otro día la gallina Fuensanta, la del ponedero del 3º izquierda, le vio sacar de una esquina del patio que suele estar muy húmeda, un cacho gusano de 10 centímetros por lo menos, y sin pensarlo de un envite se lo zampó enterito.

- ¡Puag, que asco! Pues el pasado martes por la noche el pollo ecológico ese empezó a tirarme los tejos a mí, galanteándome cuando estábamos solos, intentando ligarme…

- ¡No es mi tipo!

- Ni el mío. Y el muy desaprensivo intentó besarme con su pico tan puerco. ¡Un fresco!...

- Y además de gallo, nada. La gallina Encarnita, que como sabes trae locos a los gallos de tres millas a la redonda, me ha contado que con ella tuvo tres gatillazos en media hora… A saber si no será del gallinero de enfrente, de esos de espolón blando y pluma rosa, ya sabes…

Interrumpiendo este diálogo avícola, os diré que las gallinas y gallos de aquel gallinero moderno tenían espectaculares muslos y pechugas a causa de los transgénicos que tragaban, mientras que el pollo ecológico lucía un tipo asténico y fibroso, y precisamente por su delgadez nunca fue vendido ni siquiera para caldo como las gallinas viejas, mientras que sus rollizos compañeros cayeron todos, uno por uno, en el tajo de un matadero filial cercano, gracias a sus carnes gordinflonas, sus lorzas y sus grasas.

Aquel pollo ecológico vivió muchos mas años, eso sí, comiendo caca todos los días, caca sana y ecológica, se entiende. Murió el dia de la fiesta del Crito y de esa pepitoria siempre tendremos un grato recuerdo

MORALEJA: NUNCA SABREMOS CON EXACTITUD QUE ES LO QUE MAS CONVIENE A NUESTRA SALUD.
Un saludo a todos los que intervienen en la pagina de Facebook / La Ventosa city / informando de todos loe eventos y lo que acontece en el pueblo, con comentarios y colgando fotos, Muy simpática y divertida
Un abrazo
Juan