Hola paisanos:? como va el verano ¿
Estamos rodeados de fauna incluso en el mismísimo centro de nuestros pueblos, allí donde las calles del entramado urbano se entrecruzan y los edificios de viviendas no nos dejan ver más allá de sus propias paredes. Este hecho, aunque es una verdad innegable, no siempre es percibido por las personas que caminan a ras de suelo, que parecen no prestar atención a lo que les rodea y vuela por encima de sus cabezas. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en cualquier rincón de cualquier pueblo de la provincia de Cuenca que, con la llegada del verano, vive una explosión de 'señales' sin parangón que delatan la presencia de una cantidad de especies silvestres que hallan en nuestros núcleos urbanos el mejor refugio posible, en algunos casos tras recorrer miles de kilómetros desde el corazón del continente africano.
Echando mano de la memoria y una buena dosis de ilusión me traslade por unos momentos a nuestro pueblo
Nada mejor en este tiempo estival que sentarnos en cualquier plaza, o en el "poyo" de tu puerta para refrescarnos de las altas temperaturas con una bebida bien fría. cuando comencé a caer en la cuenta del mundo animal que me rodeaba. Al principio me fijé en los perros que iban y venían por la calle a su aire, y en algún gato silencioso y huidizo poniéndose a salvo del canido que observaba fijamente, escuche el canto de los gallos, de corral a corral, y vi algunas gallinas sueltas, picoteando por la calle, para al final descubrir todo lo que sucedía a mi alrededor. Primero anoté la presencia de mi querido gorrión, sufrida ave urbana donde las haya que tantos recuerdos me trae de mi infancia. También vi alguna bandada de rechonchas palomas que entraban y salían del campanario de la Iglesia y el Calvario, bajando la mirada descubrí lo que sucedía a pocos metros del suelo.
Las golondrinas y vencejos pasaban a toda velocidad uno tras otro en busca de los insectos que pululaban por el aire, emitiendo, de vez en cuando, esos 'cánticos' tan característicos de ambas especies aladas. Pero continué con atención observando las alturas descubriendo al poco el planear en circulo del Alcotan Mientras me deleitaba con el elegante vuelo de esta ave me di cuenta de que otra observaba desde mucho más arriba lo que sucedía en el pueblo. Una pareja de milano negro, con su silueta tan amenazadora para muchas pequeñas aves, se había unido al 'desfile' de fauna que se presentaba ante mis ojos, y al que nadie, a simple vista, parecía prestarle la menor atención. ¡Y todavía había más! A fuerza de fijar la vista en las alturas, allí donde estaban las rapaces, pude distinguir otras dos figuras; dos buitres leonados que describían en el cielo enormes círculos concéntricos en dirección al "barranco de las mulas".
De esta manera fueron pasando las horas hasta que cayó la noche en el pueblo. Con la llegada de la oscuridad otra fauna urbana, la nocturna, comenzó a salir de sus escondrijos diurnos. A la primera de estas especies que puede distinguir fue a la salamanquesa que, apostada junto a una luminaria, iba seleccionando los insectos más apetecibles que se le iban poniendo a tiro, toda una gourmet. Casi a la par hicieron acto de presencia los murciélagos, otros devoradores incansables de mosquitos; uno sólo de estos mamíferos voladores puede consumir en una sola noche cerca de 600. Salamanquesa y murciélago sienten una especial predilección por los ambientes urbanos puesto que es ahí donde encuentran su refugio ideal (en cualquier rendija de nuestras casas) y un 'caladero' de insectos casi inagotable. Y a nosotros nos hacen un gran favor, eso está más que claro, el reclamo a lo lejos de algún mochuelo, en el silencio de la noche el estremecedor canto de la Lechuza (según las leyendas urbanas)
Seguramente que hay otras especies de fauna urbana Ventosera que se me han quedado en el tintero, pido a los paisanos que las añadan a la lista que se ha dado. Aun con todo, las señaladas hasta aquí forman (o formaban) un rico conjunto por sí mismo, que nos da cuenta de la riqueza natural que puede albergar espacios tan humanizados como el centro urbano de cualquier municipio Conquense, sin excepción. En este sentido, cualquier cambio brusco en ese entorno, e incluso en la periferia y comarca me gustaría que lo comentarais. A los que estáis por el pueblo, si se nota el cambio climático del que tanto se habla, en los medios de comunicación, la maduración de las cosechas, el adelanto de las nidadas etc,, o cualquier indicio que pueda originar la pérdida de esa fauna urbana, vecina nuestra desde hace siglos y siglos,
Un abrazo y feliz verano
ua
Estamos rodeados de fauna incluso en el mismísimo centro de nuestros pueblos, allí donde las calles del entramado urbano se entrecruzan y los edificios de viviendas no nos dejan ver más allá de sus propias paredes. Este hecho, aunque es una verdad innegable, no siempre es percibido por las personas que caminan a ras de suelo, que parecen no prestar atención a lo que les rodea y vuela por encima de sus cabezas. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en cualquier rincón de cualquier pueblo de la provincia de Cuenca que, con la llegada del verano, vive una explosión de 'señales' sin parangón que delatan la presencia de una cantidad de especies silvestres que hallan en nuestros núcleos urbanos el mejor refugio posible, en algunos casos tras recorrer miles de kilómetros desde el corazón del continente africano.
Echando mano de la memoria y una buena dosis de ilusión me traslade por unos momentos a nuestro pueblo
Nada mejor en este tiempo estival que sentarnos en cualquier plaza, o en el "poyo" de tu puerta para refrescarnos de las altas temperaturas con una bebida bien fría. cuando comencé a caer en la cuenta del mundo animal que me rodeaba. Al principio me fijé en los perros que iban y venían por la calle a su aire, y en algún gato silencioso y huidizo poniéndose a salvo del canido que observaba fijamente, escuche el canto de los gallos, de corral a corral, y vi algunas gallinas sueltas, picoteando por la calle, para al final descubrir todo lo que sucedía a mi alrededor. Primero anoté la presencia de mi querido gorrión, sufrida ave urbana donde las haya que tantos recuerdos me trae de mi infancia. También vi alguna bandada de rechonchas palomas que entraban y salían del campanario de la Iglesia y el Calvario, bajando la mirada descubrí lo que sucedía a pocos metros del suelo.
Las golondrinas y vencejos pasaban a toda velocidad uno tras otro en busca de los insectos que pululaban por el aire, emitiendo, de vez en cuando, esos 'cánticos' tan característicos de ambas especies aladas. Pero continué con atención observando las alturas descubriendo al poco el planear en circulo del Alcotan Mientras me deleitaba con el elegante vuelo de esta ave me di cuenta de que otra observaba desde mucho más arriba lo que sucedía en el pueblo. Una pareja de milano negro, con su silueta tan amenazadora para muchas pequeñas aves, se había unido al 'desfile' de fauna que se presentaba ante mis ojos, y al que nadie, a simple vista, parecía prestarle la menor atención. ¡Y todavía había más! A fuerza de fijar la vista en las alturas, allí donde estaban las rapaces, pude distinguir otras dos figuras; dos buitres leonados que describían en el cielo enormes círculos concéntricos en dirección al "barranco de las mulas".
De esta manera fueron pasando las horas hasta que cayó la noche en el pueblo. Con la llegada de la oscuridad otra fauna urbana, la nocturna, comenzó a salir de sus escondrijos diurnos. A la primera de estas especies que puede distinguir fue a la salamanquesa que, apostada junto a una luminaria, iba seleccionando los insectos más apetecibles que se le iban poniendo a tiro, toda una gourmet. Casi a la par hicieron acto de presencia los murciélagos, otros devoradores incansables de mosquitos; uno sólo de estos mamíferos voladores puede consumir en una sola noche cerca de 600. Salamanquesa y murciélago sienten una especial predilección por los ambientes urbanos puesto que es ahí donde encuentran su refugio ideal (en cualquier rendija de nuestras casas) y un 'caladero' de insectos casi inagotable. Y a nosotros nos hacen un gran favor, eso está más que claro, el reclamo a lo lejos de algún mochuelo, en el silencio de la noche el estremecedor canto de la Lechuza (según las leyendas urbanas)
Seguramente que hay otras especies de fauna urbana Ventosera que se me han quedado en el tintero, pido a los paisanos que las añadan a la lista que se ha dado. Aun con todo, las señaladas hasta aquí forman (o formaban) un rico conjunto por sí mismo, que nos da cuenta de la riqueza natural que puede albergar espacios tan humanizados como el centro urbano de cualquier municipio Conquense, sin excepción. En este sentido, cualquier cambio brusco en ese entorno, e incluso en la periferia y comarca me gustaría que lo comentarais. A los que estáis por el pueblo, si se nota el cambio climático del que tanto se habla, en los medios de comunicación, la maduración de las cosechas, el adelanto de las nidadas etc,, o cualquier indicio que pueda originar la pérdida de esa fauna urbana, vecina nuestra desde hace siglos y siglos,
Un abrazo y feliz verano
ua