Hola paisanos; sin noticias del pueblo, y pasada la fiesta de todos los Santos y habiendo cumplido con el Rito-costumbre de hacer una visita a nuestros difuntos en el camposanto, voy a tocar un tema que por desgracia esta de actualidad.
Ya se sabe que una encuesta es el reflejo del estado de opinión de los encuestados que han sido preguntados por los encuestadores en un momento concreto. Si el momento es de euforia colectiva, el entusiasmo se refleja en esa foto fija. Si, por el contrario, el trabajo de campo del estudio coincide con un tiempo cuyos días se cuentan por escándalos de corrupción y los medios de comunicación ocupan sus portadas con los nombres de los políticos que se han aprovechado de sus cargos para hacerse ricos o para defraudar al Fisco, entonces, el resultado de las encuestas solo debería sorprender a quienes viven en una burbuja alejada de la realidad. Ha sido el caso de las cúpulas de los partidos tradicionales (PP, PSOE) que a los largo de los últimos treinta años se han repartido no ya el poder, sino todos los poderes del Estado. Que la última encuesta publicada (Metroscopia) y la del CIS que está por publicar y que según todos los indicios coincide con la anterior, revelen qué Podemos (un partido que apenas tiene ocho meses de vida) es, en esta hora de España, la opción política más votada, sólo indica una cosa: que el personal está harto. Harto de los partidos que se han repartido el país y el botín del poder. Hartos, también de los sindicatos y la patronal. Hartos de recortes salariales y congelaciones de sueldos mientras que la crónica política se tornaba crónica de tarjetas negras con el escándalo de Cajamadrid y Bankia, con el que está ya aflorando en Catalunya Caixa o con el que sigue pendiente de juicio por la gestión anterior en la Caja Castilla-La Mancha. O el encharcado de los ERES en Andalucía, la trama Gurtel, los Puyol, los Urdan Garín, los Bárcenas, la penúltima trama de los Ayuntamientos y estafas por todas partes. Todos los que se burlaban de los acampados en la Puerta del Sol de Madrid -bautizados como "perros flautas" por algunos de los tertulianos en nómina de partido-, están rebobinando. Ya no se ríen de los herederos de aquella acampada que fue el primer aldabonazo contra la corrupción y contra el "austericidio" impuesto por Bruselas. Gobernaba entonces Zapatero (PSOE) y gobierna ahora Rajoy (PP). Durante estos años de recortes que afectan a los particulares (salarios menguados, pagas de funcionarios suprimidas, pensiones congeladas) y los que repercuten sobre todos (subida abusiva de impuestos para las clases medias, recortes en la sanidad, la investigación y la cultura) han ido creando un clima de opinión potencialmente explosivo. La irritación ha fermentado y de lo particular se ha dado el salto a lo general. Los casos de corrupción: cotidianos, escandalosos, insoportables, han sido la cerilla que ha incendiado los ánimos. Podemos es el reflejo de lo que mucha gente piensa quizá sin reflexionar sobre las consecuencias. Pero es lo que hay. Es el castigo en caliente. Lo último en lo que pensó Pedro Arriola, asesor privilegiado del presidente del Gobierno Mariano Rajoy. Astuto él, hace unos meses, calificaba a Podemos como un movimiento político pasajero; un grupo de frikis, dijo. Su diagnóstico de entonces expresado ante el selecto auditorio que acudió al Hotel Ritz de Madrid para escuchar su disertación acerca de la situación por la que atravesaba España sugiere algunas ideas acerca de la competencia de la gente en cuyas manos está la gobernación del país. Creo recordar que fue muy aplaudido por los allí reunidos.
Un saludo a Mauel que nos a dejado esperando la crónica de la fiesta de todos los Santos en el pueblo y algún relato de sus paseos. A ABACO preguntarle por los achaques de sus piernas, Cuando llegamos a cierta edad, " si te levantas por la mañana y no te duele nada, es que estas muerto"" ja, ja, ja Que bonito era ser joven, que no te ocupabas de tu cuerpo, mas que para disfrutarlo.
Un abrazo
Juan
Ya se sabe que una encuesta es el reflejo del estado de opinión de los encuestados que han sido preguntados por los encuestadores en un momento concreto. Si el momento es de euforia colectiva, el entusiasmo se refleja en esa foto fija. Si, por el contrario, el trabajo de campo del estudio coincide con un tiempo cuyos días se cuentan por escándalos de corrupción y los medios de comunicación ocupan sus portadas con los nombres de los políticos que se han aprovechado de sus cargos para hacerse ricos o para defraudar al Fisco, entonces, el resultado de las encuestas solo debería sorprender a quienes viven en una burbuja alejada de la realidad. Ha sido el caso de las cúpulas de los partidos tradicionales (PP, PSOE) que a los largo de los últimos treinta años se han repartido no ya el poder, sino todos los poderes del Estado. Que la última encuesta publicada (Metroscopia) y la del CIS que está por publicar y que según todos los indicios coincide con la anterior, revelen qué Podemos (un partido que apenas tiene ocho meses de vida) es, en esta hora de España, la opción política más votada, sólo indica una cosa: que el personal está harto. Harto de los partidos que se han repartido el país y el botín del poder. Hartos, también de los sindicatos y la patronal. Hartos de recortes salariales y congelaciones de sueldos mientras que la crónica política se tornaba crónica de tarjetas negras con el escándalo de Cajamadrid y Bankia, con el que está ya aflorando en Catalunya Caixa o con el que sigue pendiente de juicio por la gestión anterior en la Caja Castilla-La Mancha. O el encharcado de los ERES en Andalucía, la trama Gurtel, los Puyol, los Urdan Garín, los Bárcenas, la penúltima trama de los Ayuntamientos y estafas por todas partes. Todos los que se burlaban de los acampados en la Puerta del Sol de Madrid -bautizados como "perros flautas" por algunos de los tertulianos en nómina de partido-, están rebobinando. Ya no se ríen de los herederos de aquella acampada que fue el primer aldabonazo contra la corrupción y contra el "austericidio" impuesto por Bruselas. Gobernaba entonces Zapatero (PSOE) y gobierna ahora Rajoy (PP). Durante estos años de recortes que afectan a los particulares (salarios menguados, pagas de funcionarios suprimidas, pensiones congeladas) y los que repercuten sobre todos (subida abusiva de impuestos para las clases medias, recortes en la sanidad, la investigación y la cultura) han ido creando un clima de opinión potencialmente explosivo. La irritación ha fermentado y de lo particular se ha dado el salto a lo general. Los casos de corrupción: cotidianos, escandalosos, insoportables, han sido la cerilla que ha incendiado los ánimos. Podemos es el reflejo de lo que mucha gente piensa quizá sin reflexionar sobre las consecuencias. Pero es lo que hay. Es el castigo en caliente. Lo último en lo que pensó Pedro Arriola, asesor privilegiado del presidente del Gobierno Mariano Rajoy. Astuto él, hace unos meses, calificaba a Podemos como un movimiento político pasajero; un grupo de frikis, dijo. Su diagnóstico de entonces expresado ante el selecto auditorio que acudió al Hotel Ritz de Madrid para escuchar su disertación acerca de la situación por la que atravesaba España sugiere algunas ideas acerca de la competencia de la gente en cuyas manos está la gobernación del país. Creo recordar que fue muy aplaudido por los allí reunidos.
Un saludo a Mauel que nos a dejado esperando la crónica de la fiesta de todos los Santos en el pueblo y algún relato de sus paseos. A ABACO preguntarle por los achaques de sus piernas, Cuando llegamos a cierta edad, " si te levantas por la mañana y no te duele nada, es que estas muerto"" ja, ja, ja Que bonito era ser joven, que no te ocupabas de tu cuerpo, mas que para disfrutarlo.
Un abrazo
Juan