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LA VENTOSA: • Hola paisanos; a falta de noticias sobre nuestro...

• Hola paisanos; a falta de noticias sobre nuestro pueblo, me a llamado la atención una noticia que conforme se baya acercando el verano y proliferen las fiestas en los pueblos de esta España nuestra, por desgracia serán mas habituales
• En Medinaceli, Soria, tienen el dudoso honor de hacer la fiesta más famosa de los toros encendidos. Más triste y patéticamente famosa, diría yo. Su Toro Júbilo, que así lo llaman, es posiblemente la más conocida de esas fiestas repugnantes de los toros de fuego, en la que los más animales atan al menos animal entre los cuernos un cacharro de hierro con unas bolas de líquido inflamable que arden durante horas como antorchas. Al toro - al que dicen proteger untándolo con barro - se le seca, se le cae, y las chispas achicharran su lomo, pecho, cara, ojos... Y sus cuernos, que son tan sensibles como nuestros dientes por cierto, y todo ello le produce un sufrimiento tan atroz como aterrador.
Tanto es así, que el noble animal (los otros bestias son los innobles), asustado, intenta escapar de ese tormento, y, en sus agónicos esfuerzos, se disloca el cuello, o se desnuca. O incluso, como ya ha ocurrido varias veces, enloquecido por el dolor y la tortura, llegan a suicidarse topando contra un muro hasta morir... Tan solo intenten imaginar semejante barbaridad, y díganme, con sinceridad, y con el corazón, quiénes de todos ellos son cada cual. Quiénes las víctimas, y quiénes los bárbaros y embrutecidos verdugos.
El pasado año, un pequeño grupo de veinte personas humanas, lo digo así para clarificar las cosas, entraron en el cercado y se ataron al poste central junto a la pobre criatura, que no animal, puesto que ya he dicho que los animales son los del pueblo. En You Tube hay un vídeo colgado que demuestra el increíble coraje de estos seres humanos, enfrentados a los insultos, a los salivazos, a las agresiones y a la burricie de una horda de energúmenos y cernícalos descerebrados que practican la tortura para divertirse... Eso sí, en nombre de una tradición que tan solo es una excusa para saciar sus bajos instintos.
Pero lo que verdaderamente acojona, lo que hace saltar la lógica, la coherencia y el correcto sentido común en mil pedazos, es que esas personas valientes, sensibles y comprometidas, han sido multadas con 300 euros por una administración necia, lerda y espesa hasta decir basta... Trescientos euros de multa por alteración del órden público (orden público que se traduce en cometer salvajadas en seres vivos protegidos por la ley). Esta es la guinda de la más supina estupidez, del más aposentado cretinismo en los imbéciles a los que se les ocurrió tamaña (in) justicia a modo de escarmiento.
Un tarado insensible no tiene más argumentos que la propia bestialidad de sus actos, revestidos, eso sí, de fiesta, tradición, historia, cultura, y qué se yo de lo que disfrazan la auténtica y genuína naturaleza de los mismos. Y eso puede encontrarse en el jóven y aguerrido mozo, en el venerable abuelo, en la pulcra dama-juana, en el respetable edil de festejos, o incluso en el muy honorable alcalde de semejante tribu. Es igual. Dá lo mismo. En el fondo, lo que transluce es el más abyecto y cruel salvajismo de una España que se resiste a ser civilizada, educada y formada, y que sanciona y multa precisamente a los que les están dando ejemplo de ello. Son los pueblos profundos aún por redimir, aún por desasnar...
Por el contrario, como ejemplo de un buen ejemplo, tenemos a Algemesí, que ha votado no volver a matar vaquillas en sus fiestas. Es la luz de la esperanza que se opone a la oscuridad de lo sangriento. Una luz que disipa lo tenebroso de algunas mal llamadas fiestas. Mientras tanto, esos 6.000 euros que van a recaudar a costa de los civilizados que se oponen a la tortura de criaturas inocentes, pido a Dios, a los ángeles y a todos los santos, incluído sus patronos, que se lo gasten en botica... y aún les falten otros tantos... Como poco
No le falta razón a nuestro amigo Manuel, al comentar en el abandono que se encuentran el patrimonio rural, cuando se refiere a fuentes y piletas algunas ya desaparecidas y otras en vías de desaparecer si nadie lo remedia. Yo no se, que se puede hacer desde el pueblo ante algunos problemas, como el de la despoblación y otros que atañen su futuro, pero por lo menos mantengamos lo que tenemos que es mas el interés por hacerlo que lo que supondría de costo. Pero si como comenta UNO MAS los que vienen ""para dos días que vengo, me da igual "" y los que están se apuntan al "" EA que le vamos a hacer"" tan característico en nuestro pueblo, pues ¡entre todos la mataron y ella sola se murió ¡
Un abrazo
Juan