Dobla la Iglesia, pausadamente
las gentes llegan mirando al suelo
los hombres serios, entre silencios
ellas con cara de negro velo
Mientras despiden a otro del pueblo
todos recuerdan padres y abuelos.
Ojos llorosos, piel levantada
los allegados los más enteros.
La espalda fría aunque no es invierno
presiente un algo que no entendemos
y cuando el cura acaba sus rezos
hijos se aprestan a por el féretro.
A paso lento y aún en silencio
ya van camino del cementerio,
hombres delante con gesto serio,
luego mujeres con velo negro.
Que papel triste el de los cipreses
marcando siempre el viaje postrero,
se me han volado los sentimientos
mientras se ha ido otro más del pueblo.
las gentes llegan mirando al suelo
los hombres serios, entre silencios
ellas con cara de negro velo
Mientras despiden a otro del pueblo
todos recuerdan padres y abuelos.
Ojos llorosos, piel levantada
los allegados los más enteros.
La espalda fría aunque no es invierno
presiente un algo que no entendemos
y cuando el cura acaba sus rezos
hijos se aprestan a por el féretro.
A paso lento y aún en silencio
ya van camino del cementerio,
hombres delante con gesto serio,
luego mujeres con velo negro.
Que papel triste el de los cipreses
marcando siempre el viaje postrero,
se me han volado los sentimientos
mientras se ha ido otro más del pueblo.