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LA VENTOSA: FIESTAS DEL CRISTO 2015...

FIESTAS DEL CRISTO 2015
Hola amigos/as del Foro
¿Que contar de nuestras Fiestas?
Pues que, en general, han sido estupendas…pero con matices.
Desde la segunda quincena del mes de julio, y durante todo el mes de agosto el pueblo ha vivido días de júbilo y alegría, como viene siendo habitual desde hace años, y más, desde que se inauguró la piscina municipal.
La tienda ha trabajado, los dos bares han trabajado, los ambulantes, pescado, carne, congelados etc también, y sobre todo hemos disfrutado de las tertulias que se forman cada mañana en los bancos (poyos) del Eruelo, intentando poner en marcha de una vez el país…o por lo menos arreglarlo un poco.
Con un verano tan caluroso como el que hemos tenido, la piscina cumplió su función de recreo para que los niños desfoguen sus energías en ella, y los abuelos, que vienen siendo sus cuidadores, no hayan tenido que “soportarlos” dentro de las casas. Así que tenemos ahora unos abuelos que, aunque cansados y satisfechos, lucen un moreno la mar de saludable.
También los jóvenes y guapos papás y mamás, destinaron parte de sus vacaciones para disfrutar en el pueblo, de manera que cada noche la terraza de la piscina se ha llenado con ellos (y otros) que fueron compañeros de juegos desde que eran pequeños, y ahora, casados muchos de ellos con amigas/os de su juventud, comparten experiencia, vivencias y recuerdos.
Cada noche el Eruelo era una fiesta hasta altas horas de la madrugada, con los chiquillos correteando bajo la atenta mirada de sus papás.
A primeros de agosto se dio el pistoletazo de salida para el comienzo de las fiestas con la asistencia gratuita a una paella multitudinaria en nuestra Villa vecina, Bólliga, en la que conmemorábamos la Fiesta de la Hermandad de Villas de la Ventosa compuesta como sabéis por seis pueblos.
Esta fiesta como sabéis se instituyó hace ocho años, y la paga en su totalidad el Ayuntamiento de nuestras Villas. Cada año se viene celebrando en un pueblo distinto, y fue una idea celebrada por todos, que se sigue, y creo que se seguirá manteniendo por muchos años.
Allí, en Bólliga, disfrutamos en camaradería con nuestros vecinos, de una estupenda paella (700 raciones) regada con zurra, y para completar la cena, las mujeres de Bólliga nos agasajaron con unos dulces caseros, cuyas recetas harían las delicias de reputadas pastelerías de las capitales, y después, música en directo en la plaza del pueblo interpretada por tres músicos: teclado, trompeta y cantante. Sencillamente genial.
Pasada esta fiesta o celebración, unos días más tarde celebramos las famosas Fiestas de Agosto en nuestro pueblo. La Ventosa.
En estas fiestas no interviene el Ayuntamiento (al menos oficialmente), y son programadas por una Comisión de Festejos que se encarga de poner, según su criterio de estimación de gastos, las cuotas a pagar por cada vecino, ya sea joven, soltero, matrimonio, jubilado etc…no debe ser una labor fácil. A esta Comisión se puede apuntar cualquiera que quiera trabajar por el pueblo y sus vecinos.
La Comisión decide montar la Fiesta en la Plaza del Romeral, y no en la Plaza del Eruelo como ha sido habitual cada año, siendo este el segundo año que lo hace (esto entra en el apartado de “matices” que pongo en el título, y que explicaré). y como el año pasado, para ingresar el dinero necesario para pagar las dos Orquestas contratadas, la Atracción de la Espuma para los niños y los trofeos para el Mus y los Disfraces, monta una hermosa barra de bar, con precios muy asequibles y atendida en todo momento por la propia Comisión.
El sistema de pago de cuotas se hace a través de ingreso bancario, o mediante metálico a la Comisión que emite, el correspondiente resguardo del pago.
Después de estas Fiestas nos damos un descanso, y con los calores el sitio preferido es la Piscina Municipal que este año la ha llevado magníficamente un matrimonio venido de Cuenca, al que le ha sido adjudicada. Como sabéis, dispone de un hermoso bar y una terraza con capacidad para unas ochenta o cien personas. Ambos, el bar y la terraza, han trabajado muy satisfactoriamente durante los dos meses del verano hasta altas horas de las madrugadas. Y es que el frescor de la Cañailla es mucho frescor…
Y llegamos a las Fiestas del Cristo en Septiembre.
Los papás jóvenes se marcharon a primeros de mes para cumplir con sus trabajos y el colegio de los niños, si bien los que viven en Madrid se acercan al pueblo el fin de semana, pero claro, el día Grande, el Cristo, es el lunes día catorce, y se lleva a rajatabla su celebración, no solamente en lo religioso sino también en lo lúdico, de manera que el sábado y el domingo lo más parecido a Fiesta que ha habido son las Funciones ofrecidas por dos vecinos del pueblo en agradecimiento por algún favor o gracia recibidos, que consisten como sabéis en sacar al Santo en Procesión por su recorrido habitual, y después la Misa.
El domingo, con muy buen criterio, unas guapas, serviciales y siempre colaboradoras señoras del pueblo, sabiendo que no había ningún Acto lúdico programado, organizaron una chocolatada en el Eruelo, a escote, en la que estuvimos de ochenta a noventa personas, y para que la mayoría estuvieran cómodamente sentadas, Bernardo prestó las sillas y mesas de su bar, que mantuvo abierto durante la celebración.
Se celebró a las nueve de la noche, y a esa hora y siendo domingo, los matrimonios jóvenes con sus hijos (nuestros hijos y nietos), ya se habían marchado a las capitales. Una pena.
Y llegó la celebración del día del Cristo. Lunes.
A las doce de la mañana, hora de empezar la Misa, en la puerta de la Iglesia había una concurrencia más bien escasa de personas entradas en años. Éramos los naturales del pueblo, (los padres y abuelos de los que llenaban las Fiestas de Agosto), que nos habíamos quedado para honrar a nuestro Cristo, aparte de algunos venidos expresamente para ello, de Cuenca, Madrid etc, pero jubilados, o casi.
Es fácil entender que con este panorama, hubiera dificultades para sacar el Santo en Procesión. Pero se sacó. Eso sí, entre sus doce porteadores había hombres de sesenta y cinco a setenta años. Que ya es mérito y ganas, de llevar semejante peso con esas edades.
Menos mal que hace unos años, alguien llevó unos palos verticales terminados en una horquilla metálica que se adapta a los palos de las Andas, y que sirven para soportar al Santo en las paradas para descansar, durante el recorrido de la Procesión, y así, haciendo más paradas de las habituales, salimos del paso.
Se celebró la Misa con una aceptable asistencia, y al término de la misma, como es habitual, nos fuimos a tomar el vermut, y cuál no sería nuestra sorpresa, al encontrarnos los dos bares cerrados a cal y canto.
¡El día del Cristo, y los bares cerrados! Algo está pasando en nuestro querido pueblo, y tenemos que solucionarlo ya.
Que si, que no pasó nada. Unos se fueron a su casa, otros se fueron a los pueblos vecinos a tomarlo, y ya está, pero es evidente que hay un problema entre vecinos, y alguien no es feliz en su pueblo. Y si un solo vecino no es feliz en la Fiesta Grande, en la Fiesta de sus Antepasados, en la Fiesta de más Tradición, en la Fiesta de las Lágrimas y las Peticiones ¡! en la Fiesta de día del Cristo ¡, si alguien no es feliz, hay que remediarlo.
A las nueve de la noche estaba programada una caldereta de cordero en el Silo, pagada con el dinero de la Fiesta de Agosto, y después la actuación por unas horas, de un músico que mandaba la Diputación de Cuenca.
Nuestro pueblo dispone de auténticos maestros en la elaboración de la caldereta conquense como Jesús Ramos, Arsenio Lucas, Jesús, (el de Pascual) José Castillo, Jesús, el Fonta etc, cada uno con su toque especial que viene a ser su “secreto”. La caldereta del día del Cristo se empezó a hacer a las seis de la tarde, y este año la hizo Arsenio, ayudado en lo que se refiere a las tareas de pelar los ajos y la preparación de pimientos, tomates etc. por unas guapas señoras que incansables, colaboran en todas y cada una de las tareas culinarias en cada fiesta. Desde aquí mi felicitación y agradecimiento.
Para dar servicio de bar, se llamó al matrimonio de Cuenca que llevó la piscina, y que acudió rápidamente, se puso en marcha un congelador en el que se metieron las bebidas, y de esta forma a las nueve, el personal que esperaba entre bromas y armonía, provisto cada uno con su tenedor y su pan traído de su casa, comenzó a degustar una caldereta que recibió un merecido y fuerte aplauso para el cocinero. De verdad que estaba buena, pero buena.
Después recogimos las mesas y empezó el baile. Tocaba Horacio, un hombre orquesta que alternaba el Acordeón con el Órgano o Teclado, y su correspondiente acompañamiento, y desde el primer acorde de cumbias, pasodobles, valses y chachachás, acompañando con su voz, pues también cantaba, puso en pie al personal, y les hizo olvidar los dolores de rodillas y caderas. Sencillamente magnífico, y una prueba más de que con mucho menos presupuesto se puede hacer una buena fiesta contentando a muchísima gente. (Esto también entra en el apartado de “matices”).
A las once se hizo un descanso, que fue aprovechado para degustar un chocolate con bollos, sobrantes del día anterior, continuando el baile después.
Y hasta aquí el relato de lo que yo he vivido, desde que empezaron las Fiestas y Celebraciones el 1º de Agosto de 2015.