Hola amigo/as de Foro.
Anoche fue Noche Vieja y después de cenar, mi madre nos dejó ir a mi hermana y a mí a casa de unos vecinos mayores, que no tien hijos y viven solos, pa cantar villancicos y comer mantecaos.
Estuvimos en la cocina, en la que había una lumbre en la chimenea que daba gusto, y allí los cuatro sentaos en sillas bajas de anea, mi vecina nos sacó mantecaos de ojaldre, perrunas, rosquillas de anís y otras pastas que tenían por dentro cabello de ángel. Todo lo hace mi vecina.
Para beber después de comer mantecaos, nos dio mosto tinto que hizo su marido en septiembre, cuando la vendimia. Estaba mu dulce y mu bueno.
Después de probar too nos preparamos pa cantar. El marido se enjaretó una zambomba que El mismo había hecho con la vejiga de los meaos de un gorrino, la mujer cogió una botella vacía de anís del mono desas que tién como bultejos en el cristal, y una cuchara de hierro, y mi hermana una pandereta vieja, y empezamos:
“Yo tenía un perriiitooo…zom-zom-zom, ras, ras
Y aquel perrito me crió otro perriiitooo…zom- zom- zom, ras, ras
Ahora sí que tengo dos perriiitooos….ras, ras, ras
Y seguimos…
Yo tenía dos perriiitooos
Y aquel perrito me crió otro perriiitooo
Ahora sí que tengo tres perriiitooos…
Y más…
Yo tenía tres perriiitoos
Y aquel perrito me crió otro perriiitooo
Ahora sí que tengo cuatro periiitooos
Cuando juntamos veinte perritos o así, paramos y echamos otro traguete de mosto y una perruneja más buena que ná, y seguimos con aquel que dice:
Maaadre en la puerta hay un niiiiño…ras, ras, ras, zom-zom
Más hermoso quel sol bee-ello
Y paice que tenga fríiiio…ras, ras, ras, zom- zom
Porque viene medio en cuee-eros
Xxx
Anda y dile quentreee.. ras, ras, zom
se calentaráa…ras, ras, zom
porquenesta tierra ya no hay caaaridaddd…
Ni nunca labido ni nuncaaa labráaaa…zom-zom-zom…
Otro traguete, y un mantecao…
Y así, entre traguete y mantecaos nos dieron las tantas de la madrugá…
Mis vecinos se lo hacen todo ellos solos. Hacen sogas y soguillos de esparto. El esparto lo siega mi vecino de unas matas que crecen encima de la Fuente de la Peña, y lo echa en agua, y luego lo saca, y cuando entoavía está mojao lo machaca con un mazo, como si quisiera estirarlo, y después cuando se seca, pues ya vale para hacer soguillos.
En los cerros coge otras plantas, y con ellas hace escobas amargas que tién forma de abanicos grandes, y con ellas se barre la calle, el corral y el trigo en las eras después de trillar, y tamién coge unas hierbas más finas, y hace escobillas pequeñas para enjabergar las paredes con cal, y cuando se le rompe un soguillo, o se encuentra uno roto, lo desace para hacer estropajos pa fregar…
Tamién hacen las velas pa alumbrarse, con la cera que sacan de la miel de las colmenas, que las he visto yo, que son de color marrón y bien largas que son…
Y mi vecino se hace las abarcas pa calzase. Tién suela de goma y las correíllas son tiras de material que le compra al tío cabestrero. Las cose a la suela con hilo de bramante, y los abujeros los hace con una lezna, y por ellos va pasando los hilos de bramante pa coser y sujetar las correas…
Tién dos borricos que dice mi padre que son los mejores del pueblo. Están gordos y tién un lustre que pa qué. Las cinchas pa sujetar las albardas son de esparto, pero mi vecino las tié forrás con trapos pa que no les roce en la barriga, y también les forra las colleras y las correas que les pasa por las nalgas… y no les pega nunca, y les habla, que lo he visto yo
Este año, su gorrino pesó en la matanza veinte arrobas. El más grande del pueblo. Dice mi padre que le daban de comer harina y salvao. Comía tumbao por que no se podía levantar, y pa echalo a la mesa pa matalo han tenío que venir muchos hombres del pueblo, y s’an visto negros…
Pa ayudar en la matazón, an venío mi madre y otras vecinas. Y mientras recogían la sangre en un barreño grande de barro, dándole vueltas y vueltas con la mano, los hombres ya tenían prepará una fogata pa socarrale en cuanto estuviá muerto…
Cuando estaba muerto, l’an echao al suelo, y algunos hombres prendían aliagas en la hoguera, y las pasaban ardiendo por todo el gorrino, y otros, le pasaban por lo quemao trozos de teja y le salía el pellejo. Mientras hacían esto, las mujeres an sacao unas bandejas con mantecaos y rosquillas de anís, pa que comieran tos los hombres y yo tamién, y pa no atragantase unas copillas de aguardiente…una vecina ha salío con la madeja de sangre, que es lo que le va quedando en la mano a la mujer que le da vueltas a la sangre en el barreño…paice una madeja de lana negra.
Lo echa en unas ascuas y lo asa, y después nos lo comemos entre tos, y está mu bueno.
Cuando el gorrino está socarrao, lo lavan mu bien con agua caliente y le quitan los “zapatos” de las pezuñas, y después lo cuelgan con la cabeza pa bajo entre tos, en un gancho fuerte en una viga de la tiná, y ya algunos hombres toman otra copilla y otra rosquilla, y se van a sus hacenderas pues solamente vinieron pa ayudar a matalo.
Continuará...
Manuel.
Anoche fue Noche Vieja y después de cenar, mi madre nos dejó ir a mi hermana y a mí a casa de unos vecinos mayores, que no tien hijos y viven solos, pa cantar villancicos y comer mantecaos.
Estuvimos en la cocina, en la que había una lumbre en la chimenea que daba gusto, y allí los cuatro sentaos en sillas bajas de anea, mi vecina nos sacó mantecaos de ojaldre, perrunas, rosquillas de anís y otras pastas que tenían por dentro cabello de ángel. Todo lo hace mi vecina.
Para beber después de comer mantecaos, nos dio mosto tinto que hizo su marido en septiembre, cuando la vendimia. Estaba mu dulce y mu bueno.
Después de probar too nos preparamos pa cantar. El marido se enjaretó una zambomba que El mismo había hecho con la vejiga de los meaos de un gorrino, la mujer cogió una botella vacía de anís del mono desas que tién como bultejos en el cristal, y una cuchara de hierro, y mi hermana una pandereta vieja, y empezamos:
“Yo tenía un perriiitooo…zom-zom-zom, ras, ras
Y aquel perrito me crió otro perriiitooo…zom- zom- zom, ras, ras
Ahora sí que tengo dos perriiitooos….ras, ras, ras
Y seguimos…
Yo tenía dos perriiitooos
Y aquel perrito me crió otro perriiitooo
Ahora sí que tengo tres perriiitooos…
Y más…
Yo tenía tres perriiitoos
Y aquel perrito me crió otro perriiitooo
Ahora sí que tengo cuatro periiitooos
Cuando juntamos veinte perritos o así, paramos y echamos otro traguete de mosto y una perruneja más buena que ná, y seguimos con aquel que dice:
Maaadre en la puerta hay un niiiiño…ras, ras, ras, zom-zom
Más hermoso quel sol bee-ello
Y paice que tenga fríiiio…ras, ras, ras, zom- zom
Porque viene medio en cuee-eros
Xxx
Anda y dile quentreee.. ras, ras, zom
se calentaráa…ras, ras, zom
porquenesta tierra ya no hay caaaridaddd…
Ni nunca labido ni nuncaaa labráaaa…zom-zom-zom…
Otro traguete, y un mantecao…
Y así, entre traguete y mantecaos nos dieron las tantas de la madrugá…
Mis vecinos se lo hacen todo ellos solos. Hacen sogas y soguillos de esparto. El esparto lo siega mi vecino de unas matas que crecen encima de la Fuente de la Peña, y lo echa en agua, y luego lo saca, y cuando entoavía está mojao lo machaca con un mazo, como si quisiera estirarlo, y después cuando se seca, pues ya vale para hacer soguillos.
En los cerros coge otras plantas, y con ellas hace escobas amargas que tién forma de abanicos grandes, y con ellas se barre la calle, el corral y el trigo en las eras después de trillar, y tamién coge unas hierbas más finas, y hace escobillas pequeñas para enjabergar las paredes con cal, y cuando se le rompe un soguillo, o se encuentra uno roto, lo desace para hacer estropajos pa fregar…
Tamién hacen las velas pa alumbrarse, con la cera que sacan de la miel de las colmenas, que las he visto yo, que son de color marrón y bien largas que son…
Y mi vecino se hace las abarcas pa calzase. Tién suela de goma y las correíllas son tiras de material que le compra al tío cabestrero. Las cose a la suela con hilo de bramante, y los abujeros los hace con una lezna, y por ellos va pasando los hilos de bramante pa coser y sujetar las correas…
Tién dos borricos que dice mi padre que son los mejores del pueblo. Están gordos y tién un lustre que pa qué. Las cinchas pa sujetar las albardas son de esparto, pero mi vecino las tié forrás con trapos pa que no les roce en la barriga, y también les forra las colleras y las correas que les pasa por las nalgas… y no les pega nunca, y les habla, que lo he visto yo
Este año, su gorrino pesó en la matanza veinte arrobas. El más grande del pueblo. Dice mi padre que le daban de comer harina y salvao. Comía tumbao por que no se podía levantar, y pa echalo a la mesa pa matalo han tenío que venir muchos hombres del pueblo, y s’an visto negros…
Pa ayudar en la matazón, an venío mi madre y otras vecinas. Y mientras recogían la sangre en un barreño grande de barro, dándole vueltas y vueltas con la mano, los hombres ya tenían prepará una fogata pa socarrale en cuanto estuviá muerto…
Cuando estaba muerto, l’an echao al suelo, y algunos hombres prendían aliagas en la hoguera, y las pasaban ardiendo por todo el gorrino, y otros, le pasaban por lo quemao trozos de teja y le salía el pellejo. Mientras hacían esto, las mujeres an sacao unas bandejas con mantecaos y rosquillas de anís, pa que comieran tos los hombres y yo tamién, y pa no atragantase unas copillas de aguardiente…una vecina ha salío con la madeja de sangre, que es lo que le va quedando en la mano a la mujer que le da vueltas a la sangre en el barreño…paice una madeja de lana negra.
Lo echa en unas ascuas y lo asa, y después nos lo comemos entre tos, y está mu bueno.
Cuando el gorrino está socarrao, lo lavan mu bien con agua caliente y le quitan los “zapatos” de las pezuñas, y después lo cuelgan con la cabeza pa bajo entre tos, en un gancho fuerte en una viga de la tiná, y ya algunos hombres toman otra copilla y otra rosquilla, y se van a sus hacenderas pues solamente vinieron pa ayudar a matalo.
Continuará...
Manuel.