Luz ahora 0,12656 €/kWh

LA VENTOSA: ¿TIENE SOLUCIÓN LA DESPOBLACIÓN RURAL?...

¿TIENE SOLUCIÓN LA DESPOBLACIÓN RURAL?
Buena pregunta, ¿eh amigos?
Pues fijaos que el ¿iluso? que esto escribe, cree que sí, aunque haciendo (en principio) algo de pupa sentimental, y me explico:
Se puede decir que en los años 50 empezó la despoblación en nuestros pueblos, que hasta los 70 no empezó a cesar.
En aquellos años, (1950) en nuestro pueblo la Ventosa, éramos más de 1200 habitantes. Aparte de algunos oficios directamente relacionados con el mundo rural como herrador, herrero, practicante o médico, veterinario, carpintero, panadero, maestro, cabestrero, sastre, tendero, tabernero etc, la mayoría de la población masculina eran labradores y pastores.
Las mujeres además de amas de casa, con todo lo que eso significa en un pueblo, ayudaban en las tareas del campo a sus maridos. Los hijos, mozos de mulas en las casas con hacienda propia, y hijas empleadas como criadas en las mismas casas, y otras, más o menos pudientes.
La mayoría del campo y los mejores y más productivos terrenos eran de la minoritaria clase pudiente, los llamados amos, que podían tener algunos, hasta dos o tres mozos, lo que significaba tener dos o tres pares de mulas, y además en esa década ya empezaron a tener segadora, aventadora mecánica de palanca manual (Algunas se pudren en las antiguas Eras) y hasta algún tractor, y el resto de los paisanos más pobres que los primeros, subsistían con poco terreno propio, y el que le tenían arrendado al Conde. Sus hijos se veían obligados a trabajar para los amos, y los padres, más que arar la tierra la arañaban con las herramientas de entonces, arado romano y vertedera, tiradas por un par de mulas o burros. Y aventaban tirando la parva al viento. Deslomados cada día viendo cómo no progresaban, y lo peor, viendo a sus hijos e hijas en el mismo camino... de pastores, criadas y mozos de mulas.
No es de extrañar pues, que al marchar los mozos a las capitales obligados por el Servicio Militar, al término del mismo no volvieran para trabajar en el pueblo, si no que se quedaban en las capitales que en aquellos años estaban en pleno desarrollo, y engullían toda la mano de obra que llegaba en masa de los pueblos, y más siendo gente joven y acostumbrada a trabajar duro.
Como es normal, los amigos y familiares que se marchaban, al poco tiempo tiraban de los que quedaban, y de esta manera se fueron yendo hasta familias enteras que dejaban los terrenos arrendados al Conde, y si acaso y por un tiempo de prueba, conservaban los suyos propios, pocos o muchos (más bien pocos) y la casa donde vivían y habían nacido, por si acaso tuvieran que volver.
No era frecuente que nadie volviera, así que los campos se llenaron de terrenos añéjales, sin labrar un año, y otro año... y el pueblo sin familias y las casas cerradas.
No pasaron muchos años sin que se empezaran a vender y comprar terrenos.
Los que marcharon, se colocaron en las capitales y fueron progresando unos más que otros, pero todos conformes. Comprobaron ellos y sus hijos cómo no era necesario deslomarse cada día para poder vivir dignamente, y sin depender de la Madre Naturaleza, si llovía o no, si granizaba o no. Y así un buen día, viendo que sus hijos no volverían al pueblo a trabajar, por necesidad o no, vendieron sus terrenos del pueblo. ¿A quién? Pues lógicamente a los pocos que quedaron en el mismo, como es natural.
Y así de simple es la historia.
Los labradores y sus hijos que pudieron quedarse en su pueblo y no emigrar a las ciudades, son dueños hoy, y desde hace tiempo, de los terrenos de los que marcharon en los años 50-60-70. Ellos, sus hijos y nietos, fueron y son trabajadores e inteligentes, y han sabido invertir en maquinaria que con el mínimo esfuerzo, les permite trabajar muchas hectáreas sin tener empleados. años 50, al día de hoy quedamos 60 - 70, la mayoría jubilados.
El pueblo se ha ido quedando sin gente, y de los 1200 habitantes de los
Continúa en el siguiente: