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LA VENTOSA: Primeros de Agosto/18...

Primeros de Agosto/18
Buenas tardes amigos del Face, de la Ventosa y más…
En esta hermosa tarde, bajo un cielo increíblemente limpio y azul y con el incesante ir y venir de los gorriones por encima de mi terraza, y su piar en los árboles cercanos, quiero mandaros un saludo cordial con el deseo de que se extienda por playas, ciudades y montañas, pues somos muchos los que desperdigados por nuestra geografía, por estancia fija o vacaciones estamos pendientes de las noticias que por aquí se dan, el Foro de la Ventosa, concernientes a nuestro pueblo.
Hace muy pocos días que la siega se terminó, y era un gozo ver las grandes máquinas segadoras en los campos con sus seis metros de cuchillas segando los campos en cuatro pasadas, y volcando el grano ya limpio en los remolques de los tractores que les esperaban en el camino.
A raíz de esto, los campos huelen a mies cortada, y el andar temprano, o al atardecer por los caminos, se convierte en un placer para los sentidos pues al olor descrito se une el de los tomillos, y digo más, para los que conocimos y practicamos los trabajos del campo en tiempos pasados, el recuerdo de la comparación también juega un papel placentero comprobando las mejoras obtenidas en tan dura tarea, y el cambio a mejor de nuestra vida.
Algunos sembrados de girasol lucen sus colores verde y oro destacando sobre el amarillo apagado de los rastrojos, y los olivos, higueras y viñas lucen ya sus frutos verdes aún pero prometedores de una buena cosecha, si el cielo no tiene inconveniente, pues ya sabéis que aquí en nuestro pueblo, y en el campo, siempre se ha vivido pendiente del cielo, si llueve, si graniza, si hiela etc.
La zarzas van mostrando sus moras aún pequeñitas, y en los humedales, intercaladas con flor, pero también serán abundantes para los que no tengamos miedo de pincharnos al cogerlas para hacer postres y mermeladas.
La vegetación, los árboles, arbustos, espinos y romeros, lucen este año un verde sano y duradero, pues el año fue generoso en lluvias y eso la Naturaleza lo agradece.
El día a día en el pueblo no difiere mucho de otros años, pues al ir llegando las familias que cada año dejan su vivienda habitual, se van incorporando los hombres a las tertulias sentados en los bancos del Eruelo, y las mujeres repasan sus cosas en la espera en la puerta de la tienda de comestibles y en sus paseos al atardecer.
Puntualmente llegan en el día señalado los ambulantes que llenan nuestras neveras con productos que la tienda no tiene, o sí, y esto de esperar a que venga el del pan, el del pescado, el de la carne etc, pues se convierte en una rutina obligatoria en los meses de verano, sobre todo para las mujeres que son las que “saben comprar”.
La Piscina Municipal es como en los últimos años la atracción principal, pues en ella recalan cada día pequeños y grandes, pero sobre todo las abnegadas abuelas que cuidan amorosamente a sus nietos hasta que los padres vienen el fin de semana y les hacen el quite.
Gran labor la de las abuelas. Tienen el Cielo ganado. Os lo digo de verdad.
El día cuatro de Agosto, siguiendo con la costumbre de celebrar el Día de la Hermandad de los Pueblos que componen nuestro Municipio, se dará una fiesta a cargo del Ayuntamiento en nuestro vecino pueblo, Culebras.
La sufraga el Ayuntamiento y en la misma se degustará paella, dulces caseros, zurra, naranjas etc, y habrá baile.
Esta fiesta se lleva celebrando desde hace unos diez o doce años, y se está convirtiendo en Tradición, lo que es de celebrar, porque es muy hermoso juntarse con los vecinos de los seis pueblos conocerles y tratarles.
! Muy bien por el Ayuntamiento ¡
Ver la Plaza del Eruelo por la noche también es una atracción, pues se llena de chiquillos que con su algarabía hasta las tantas, y bajo la vigilancia de los padres y abuelos, hacen sentir vivo el pueblo tan solitario normalmente.
En fin amigos/as, quería saludaros a todos/as, y ya lo he hecho. Ahora me queda despedirme de todos con un recuerdo muy especial a los que estáis enfermos y convalecientes, y con el ruego de que tengáis cuidado en la carretera los que vendréis para las próximas fiestas, y llenaréis de alegría el pueblo con vuestra presencia. Os esperamos con los brazos abiertos.
Hasta entonces, no se os olvide ser muy felices, por favor.
Manuel.