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LA VENTOSA: Hola amigos del foro....

Hola amigos del foro.
Magnifico repaso de Zoqueta por la vida cotidiana y la actualidad de nuestro pueblo, enfrascado en las tareas de la siega –que no son como antaño – pero el sabor de los pepinos, según la crónica, sigue tan autentico como siempre. De la crónica municipal se deduce que, en el tema de la información a los ciudadanos, mas de lo mismo, y que “las cosas de palacio, van despacio””y al mencionar las tan traídas y llevadas antenas de telefonía me viene a la memoria cuando yo era un chaval y lo que en este tiempo ha evolucionado el tema de la comunicación, por entonces, los 60 mas o menos en el pueblo no había teléfono solo la centralita en casa de las “”estanqueras”” y para hablar con alguien del pueblo –normalmente un familiar –tenias que acercarte a la central telefónica de la ciudad donde vivías y pedir conferencia con La Ventosa, y la telefonista (casi siempre entrada en años) en tono seco y con cara de mal genio te daba ora para el dia siguiente, al dia siguiente y a la ora señalada estabas de nuevo en la central, y el familiar con el que querías hablar de La Ventosa en la centralita de las “”estanqueras”” y cuando había pasado un buen rato y no te avían llamado, te acercabas a la telefonista a preguntar por tu conferencia con La Ventosa, y después de meter y sacar barias clavijas con tono seco te decía, ¡La Ventosa tiene demora de ora y cuarto, ya le aviso ¡! Y seguía con sus clavijas, y tu a esperar, con la atención puesta en el altavoz donde daban los avisos, y a la ora y media se oía con voz de pito ¡Cuenca La Ventosa por la siete ¡y cuando en la siete tomavas el auricular te decían, hable, y cuando por fin te daban línea se oían barias conversaciones cruzadas y al fondo, que apenas se oía el familiar desde La Ventosa desgañitándose para hacerse oír, sacabas la cabeza de la”cabina siete”-señorita que no se oye –y la otra sin inmutarse,-no puedo hacer nada, es problema de Cuenca, levante la voz -y así a voces te enterabas mas o menos de cómo estaban por el pueblo, y “”las estanqueras”” y tu familiar de cómo estabas tu en la capital,
Después aunque escasos, ya había aquellos teléfonos grandes, negros colgados de la pared, la telefonía fue avanzando y desarrollándose, su uso asta convertirse en algo imprescindible para nuestra comunicación, Llego el momento que no era necesario pedir el establecimiento de llamada a la telefonista, Descolgar el propio aparato marcar y…. escuchar un ¡dígame ¡desde el otro lado del hilo. El no va mas, aun que fuera necesario hacerlo desde donde estuviese instalado el teléfono. Pero la cosa con ser mucho no quedo hay, me acuerdo que en algunas películas Americanas de la época, a pesar de tener el teléfono también pegado a la pared tenían barios metros de cable con lo que podían moverse por la habitación, coger una cerveza de la nevera, o asomarse a la ventana mientras hablaban por teléfono, y aquí seguíamos ablando enfrentados a la pared, y si lo del cable mas largo me parecía un gran invento cuando allá por el 73 se invento el móvil era para “alucinar en colores”Aunque para utilizar los primeros móviles, hacia falta,””echar bota y merienda””ya que el artefacto pesaba un kilo y media 25 centímetros, y con aquellos adoquines empezó la verdadera revolución de la comunicación, la implantación del móvil se hizo masiva asta el extremo de que hoy no se concibe el mundo sin el””aparatejo”” tres cuartas partes de la humanidad tiene uno, En el coche también están adaptados para poder hablar sin tener que soltar el volante,. Hoy utilizando el móvil, cuya tecnología a evolucionado asta limites insospechados, tenemos acceso a infinidad de servicios, desde el uso normal del teléfono, a los mensajes escritos y de voz, pasando por la conexión a Internet –con lo que eso significa-agenda, calculadora, cámara fotográfica y de video, música, reloj, despertador, infinidad de juegos y aplicaciones que se ajusta a las necesidades de todas las generaciones, aunque al final la mayoría lo usamos para llamar y que nos llamen mandar y recibir mensajes de testo y poco mas.
Lo lamentable es que al llegar al pueblo toda esta tecnología y sus interminables ventajas no sirvan de mucho, ya que “”casi casi””estamos anclados en el teléfono negro de pared, pero como dice Zoqueta ¡siempre nos quedara el calvario ¡Un abrazo de
El Monagillo