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LA VENTOSA: Buenas noches a tod@s. O, ¿debería decir buenos días?...

Buenas noches a tod@s. O, ¿debería decir buenos días? ¡qué más da! Aquí estoy, en mi rincón favorito Monaguillo, aunque en esta ocasión, la oliva no me da sombra, pero sí me ha proporcionado unas hojas de hierbabuena con las que me he preparado un mojito. Que no, que no es que quiera daros envidia (bueno, un poquillo sí...), es que, en una noche como ésta, con esta temperatura, donde el murmullo de quienes dan su último paseo por las calles del pueblo, contándose cómo han pasado el día, o el griterío de los chiquillos haciendo de las suyas, mientras las desesperadas abuelas intentan (en vano) hacerles entrar en la casa, han dado paso al total y absoluto silencio, sólo interrumpido por el roce de las hojas al ritmo de la brisa que corre, y adornado con la luz blanca de esa luna casi llena que me provoca para que la mire. Y qué mejor que aprovechar este momento para charlar con los amigos acompañada de un fresquito mojito que me sabe mejor, así, compartido.
Porque seguro que alguno estará despierto en estos momentos. Como Angel, a punto de empezar su primera jornada laboral. Animo, un día menos para el siguiente descanso. O Monaguillo, desempolvando ese particular baúl de recuerdos, sacando a la luz buenas ideas y haciéndonos más impaciente la espera de ponerlas en marcha para el disfrute de todos. O Gamero, rescatando una de sus siempre bienvenidas poesías. Por cierto Luis, que eres más conocido en La Ventosa de lo que pudieras imaginar. Y es que el mundo es un pañuelo (o es que La Ventosa traspasa sus fronteras...) ¿Recuerdas al Dr. Mayol? Pues su secretaria te envía un cariñoso saludo. Ya ves, una razón más para visitarnos.
Que cómo fue la fiesta de Bólliga? Pues fabulosa. Muchísima gente y muy buen ambiente. Buena comida, deliciosos dulces, una música que no dejaba parar los pies (ya sabéis cómo nos las gastamos los ventoseros... lo que nos gusta bailar... casi tanto como comer...) Aunque en esto del comer hay quien nos gana. Saludos y abrazos de nuestro amigo Antonio. El hombre no tiene tiempo de entrar en un ciber y escribir aquí. Tiene una agenda de meriendas que ya no entra un cordero más. Tanto es así, que se comenta que el stock de corderos de La Alcarria ha sufrido un bajón como no se conocía en años... Claro, así pasa, que al pobre no le da la vida... Pues eso, a pasarlo en grande que de eso se trata.
¡Pero qué pena me va a dar dejar todo esto en unos días! Aunque también os digo, que pienso exprimir cada minuto, y siempre, bien atenta a todo lo bueno que ocurra para que los que no podéis estar aquí, también podáis diisfrutarlo de alguna manera.
¿Alquien quiere un mojito?... ¿no?... pues, hasta mañana entonces o, ¿debería decir, hasta luego?...
Zoqueta