Landete, que goza del privilegio de "villa", apenas aparece en ningún documento sino como parte integrante del Marquesado de
Moya, al que perteneció hasta los primeros años del siglo XIX.
Sobre el origen de su nombre sólo aparece una mención en el libro de Don Emiliano Peinado dedicado a Moya. Con este dato y otros recogidos de la
tradición oral podemos aventurar tres posibles orígenes del nombre "Landete":
Debido a la proximidad con el centro del Marquesado de Moya, hay quien cree que el nombre procede de su situación colindante con él, siendo el término con el que se llamaba antiguamente el de "LINDETE", o linde con
los Huertos,
barrio de Moya.
También hay quien piensa en un origen nórdico de la palabra, siendo en ese caso una derivación de "LAND", que vendría a expresar algo así como "ciudad o población en un llano".
Por último tenemos la palabra castellana "LANDA": "formación vegetal compuesta por arbustos y pequeños
árboles, bajo los que crece una vegetación más o menos abundante. Aparece de manera preferente en climas templados, frescos y húmedos, (páramo).
Quizá sea esta última la que más se acerca a la verdad, suponiendo una derivación por el diminutivo -ete: Land-ete.
El único escrito de relativa
antigüedad documentando sobre Landete es un pequeño texto de Pascual Madox, recogido en "OLCADES" y extraído a su vez del "Diccionario Estadístico e Histórico de
España y sus posesiones de Ultramar" de 1847. Ya en aquel momento Madox habla de las
minas de hierro y del manantial, de sus cualidades curativas y del análisis de las mismas realizado en el
colegio de
farmacia de
Madrid.
Para reconstruir la
historia de Landete, a excepción del citado texto de Madox, no existe ningún otro documento.
Sin embargo pueden ser de utilidad todos los documentos existentes sobre Moya, ya que Landete fue una de las jurisdicciones del Marquesado y como tal su nombre aparece en alguna ocasión.
Se puede concretar, siempre basándonos en estudios realizados sobre Moya, que en el término de Landete hubo asentamientos de
pueblos íberos, los primeros pobladores de la península. Así lo demuestran los restos arqueológicos encontrados en los parajes conocidos como "La Atalaya" y "La Pata de la
Yegua".
Con la llegada del
pueblo romano, Landete, como la mayoría del territorio español, pasó a formar parte del Imperio Romano y lo sería hasta la llegada de los reinos visigodos.
Moya nunca fue árabe ni nunca conquistada, sólo poblada por Alfonso VIII en 1210, para hace acto de presencia del rey castellano, después que el rey de
Aragón conquistara los
castillos de El Cuervo, Castielfabib, Ademuz y Serreilla.
Se considera que en el año 1183 Moya, y por tanto Landete, entró a formar parte del reino de Castilla. Era la época de la Edad Media y las batallas por el poder entre distintos reinos y señoríos eran una forma de vida.
Landete lucharía siempre como defensor de Moya hasta la última batalla que libraran juntos moyanos y landeteros que sería unos siglos más tarde: en la Guerra de la Independencia.
Sobre momentos históricos de los que sí hay constancia podemos citar dos. El primero viene recogido en el Diccionario de Madoz de la siguiente forma: "En el año de 1836, el 16 de agosto, fue incendiada su
iglesia por las tropas del Pretendiente, encerrándose en su
torre 100 soldados del regimiento Francos de
Extremadura, salvándose de este modo. Los carlistas fusilaron al alcalde de Landete en 1839". El segundo, recogido directamente de personas que lo vivieron, tuvo lugar un siglo después, durante la guerra civil española. Es el bombardeo. Landete fue bombardeado el día 22 de enero de 1938 a las 2 del mediodía, cuando las
familias se disponían a
comer. Algunas
casas se desplomaron con familias enteras dentro. Murieron 16 personas. La guerra aportó muchas miserias y penurias, pero quizá ninguna tan imperdonable como el bombardeo.
Sobre la posguerra en Landete habría material para escribir un libro entero, pero basta mirar la historia de España.