EL CLIMA.
Paradójicamente me siento feliz, este es el lenguaje que entienden y tarde o temprano, más temprano que tarde se avanzará por el camino y ahora sé que eso será así.
Si los científicos hubieran dicho que la agresiva política mundial medioambiental podría producir un aumento de 3 a 4 grados y con ello un aumento del nivel del mar causando millones de víctimas y cientos de millones de desplazados.
Si hubieran dicho que muchas zonas que hoy conocemos habitadas desaparecerían.
Si hubieran dicho que países industrializados y del primer mundo sufrirían de enormes inundaciones.
Si hubieran dicho que los países pobres como África se quedarían sin cosechas ni recursos para comprar alimentos y que provocaría desplazamientos de trescientos millones de personas.
Que miles de especies se extinguirían.
Que los huracanes y tornados experimentarían un aumento de la velocidad del viento que causaría desastres inimaginables.
Si hubieran dicho que se sucederán olas de calor que causarán grandes sequías y deforestación con miles de muertos y pérdidas de las cosechas.
Si hubieran dicho eso y más, las grandes multinacionales que mueven los hilos hubieran mirado para otro lado, indiferentes en los lujosos clubs privados de Nueva York. Manhatan, Londres, etc etc y lo hubieran tomado como algo irremediable y una especie de daño colateral inevitable en una economía de mercado.
Pero no ha sido así, los científicos han tenido la maravillosa ocurrencia de plantearlo en el único idioma que entienden, el de la economía, si eso sigue así en unos años, no tantos, la economía mundial entrará en recesión, una recesión más grave y desastrosa que la de los años treinta, cientos de millones de personas desempleadas y una bajada de veinte puntos de la economía mundial.
Y amigos y amigas del mundo por ahí no van a pasar, seguro, ahora entenderán el mensaje, yo creo que en pocos, muy pocos años vamos a ir viendo políticas económicas y fiscales dirigidas a ir corrigiendo esta amenaza.
Por lo menos eso espero.
Paradójicamente me siento feliz, este es el lenguaje que entienden y tarde o temprano, más temprano que tarde se avanzará por el camino y ahora sé que eso será así.
Si los científicos hubieran dicho que la agresiva política mundial medioambiental podría producir un aumento de 3 a 4 grados y con ello un aumento del nivel del mar causando millones de víctimas y cientos de millones de desplazados.
Si hubieran dicho que muchas zonas que hoy conocemos habitadas desaparecerían.
Si hubieran dicho que países industrializados y del primer mundo sufrirían de enormes inundaciones.
Si hubieran dicho que los países pobres como África se quedarían sin cosechas ni recursos para comprar alimentos y que provocaría desplazamientos de trescientos millones de personas.
Que miles de especies se extinguirían.
Que los huracanes y tornados experimentarían un aumento de la velocidad del viento que causaría desastres inimaginables.
Si hubieran dicho que se sucederán olas de calor que causarán grandes sequías y deforestación con miles de muertos y pérdidas de las cosechas.
Si hubieran dicho eso y más, las grandes multinacionales que mueven los hilos hubieran mirado para otro lado, indiferentes en los lujosos clubs privados de Nueva York. Manhatan, Londres, etc etc y lo hubieran tomado como algo irremediable y una especie de daño colateral inevitable en una economía de mercado.
Pero no ha sido así, los científicos han tenido la maravillosa ocurrencia de plantearlo en el único idioma que entienden, el de la economía, si eso sigue así en unos años, no tantos, la economía mundial entrará en recesión, una recesión más grave y desastrosa que la de los años treinta, cientos de millones de personas desempleadas y una bajada de veinte puntos de la economía mundial.
Y amigos y amigas del mundo por ahí no van a pasar, seguro, ahora entenderán el mensaje, yo creo que en pocos, muy pocos años vamos a ir viendo políticas económicas y fiscales dirigidas a ir corrigiendo esta amenaza.
Por lo menos eso espero.