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... Se pregunta nuestr@ amig@ DITA.
Cómo todo en la vida, hay cosas buenas, y otras que no lo son tanto; hay cosas que son dignas de admiración, y otras que se merecen las mayores críticas y el mayor desprecio (y en ambos sentidos, la Iglesia, no es una excepción)
No cabe duda, que dentro de la Iglesia, ha habido, hay y habrá personas humildes y que hacen el bién; pero convendrás conmigo, que éste tipo de personas también existen fuera del ámbito de la Iglesia; y supongo que también estarás de acuerdo, en que tanto dentro cómo fuera de la Iglesia, hay verdader@s i m p r e s e n t a b l e s.
Esto significa que para ser buen@ humilde y hacer el bién, de la misma forma que para ser un absolut@ i m p r e s e n t a b l e, no es menester estar ó no dentro ó fuera de la Iglesia. (No sé si me explico DITA)
No capitalizemos por tanto el bién y la humildad cómo patrimonios exclusivo y privado de la Iglesia, porque sería una absoluta falta de humildad, y un exceso de hipocresía, presumir precisamente de aquello para lo que una institución está concebida, y que debería ser el único principio y fin de la misma; y menos aún, cuándo a lo largo de la historia pasada y presente, la Iglesia, no ha estado precisamente al lado de los humildes y necesitados...
y cuándo en nombre de la Iglesia, al igual que en el de otras tantas cosas, se han cometido, se siguen y seguirán cometiendo las mayores injusticias y atrocidades.
... Te preguntas ¿Qué sería sin la Iglesia...? Dínoslo tú DITA.
Con todos mis respetos hacia tí y hacia la Iglesia.
Buén día.
Cómo todo en la vida, hay cosas buenas, y otras que no lo son tanto; hay cosas que son dignas de admiración, y otras que se merecen las mayores críticas y el mayor desprecio (y en ambos sentidos, la Iglesia, no es una excepción)
No cabe duda, que dentro de la Iglesia, ha habido, hay y habrá personas humildes y que hacen el bién; pero convendrás conmigo, que éste tipo de personas también existen fuera del ámbito de la Iglesia; y supongo que también estarás de acuerdo, en que tanto dentro cómo fuera de la Iglesia, hay verdader@s i m p r e s e n t a b l e s.
Esto significa que para ser buen@ humilde y hacer el bién, de la misma forma que para ser un absolut@ i m p r e s e n t a b l e, no es menester estar ó no dentro ó fuera de la Iglesia. (No sé si me explico DITA)
No capitalizemos por tanto el bién y la humildad cómo patrimonios exclusivo y privado de la Iglesia, porque sería una absoluta falta de humildad, y un exceso de hipocresía, presumir precisamente de aquello para lo que una institución está concebida, y que debería ser el único principio y fin de la misma; y menos aún, cuándo a lo largo de la historia pasada y presente, la Iglesia, no ha estado precisamente al lado de los humildes y necesitados...
y cuándo en nombre de la Iglesia, al igual que en el de otras tantas cosas, se han cometido, se siguen y seguirán cometiendo las mayores injusticias y atrocidades.
... Te preguntas ¿Qué sería sin la Iglesia...? Dínoslo tú DITA.
Con todos mis respetos hacia tí y hacia la Iglesia.
Buén día.