La falta de argumentos te lleva al insulto reiterado.
Tú ignorancia es sublime, gritar es de cobardes, y, para que decirte,... ignorante, si no merece la pena entablar dialéctica alguna con semejante mequetrefe.
Tú ignorancia es sublime, gritar es de cobardes, y, para que decirte,... ignorante, si no merece la pena entablar dialéctica alguna con semejante mequetrefe.