Vacío legal
Pero si nos vamos al problema raíz de esta situación, el informe del Consejo de Europa asegura que España carece de una Ley de Acceso a la Información (como sí tienen la mayoría de los países de la Unión Europea).
El vacío legal en este sentido, nos impide tener constancia alguna de cuántas donaciones anuales reciben los partidos; de dónde sale el dinero para mantener sus fundaciones; de cómo desembolsan esas millonadas de euros cuando se acercan los periodos electorales…
Y no olvidemos que todo esto se produce en un escenario muy proclive a ‘las malas prácticas’ o, si preferimos llamarlo así ‘a la corrupción’.
En un país en el que, según recuerda este mismo informe, en las pasadas elecciones el 70 por ciento de las candidaturas que tenían a un político imputado en casos de corrupción, volvieron a ganar y a ser reelegidos por el pueblo.
En un Estado en el que, según confirma el Tribunal de Cuentas, el 25 por ciento de la financiación de los partidos, procede de la financiación de sus sedes locales: los ayuntamientos…
Parece, pues, paradójico que aquellos que peor lo están pasando con la crisis, que aquellos que más se están quejando de la mala coyuntura económica…Son los que más dinero están aportando ‘bajo manga’ a la financiación de los partidos políticos españoles.
Pero aunque no hayamos aprobado aun esa legislación que nos permite el acceso a las cuentas de las formaciones políticas, gracias a la prensa si hemos conocido muchas de las maniobras corruptas que se han producido.
Desde que comenzó la democracia en España ya podemos contabilizar hasta trescientos casos de corrupción públicos en el seno de diferentes partidos…Y repartidos, todos ellos, a lo largo y ancho de toda la geografía española.
Los más sonados por su magnitud y difusión sean, quizá: El Gurtell en Valencia; el caso Palau en Cataluña; el GIL en Marbella; el caso Las Teresitas en Tenerife; el de los ERES falsos en Andalucía; el Marea en Asturias; el DGA en Aragón o el del Túnel del Carmen, también en Cataluña…Todos ellos iban en busca de una sola cosa: Más financiación para poder derrochar todavía más.
Pero la lista es mucho más larga y salpica a todas y cada una de las comunidades autónomas españolas. Además, hay que tener en cuenta que en cada uno de estos casos las estafas han llegado a superar los cien millones de euros de media.
Por lo tanto, ‘no todo en el monte es orégano’ y, como hemos comprobado, los españoles no estamos tan al margen, como pensamos, de las oscuras maniobras de nuestros partidos.
Gracias al informe anual del Consejo de Europa y a la labor informativa de la prensa española, disponemos de datos suficientes como para hacernos una pequeña idea de dónde puede salir el dinero que utilizan los partidos políticos que nos representan.
Recomendaciones vs obligaciones
No obstante, y a modo de pincelada, este informe del Consejo de Europa cierra sus páginas finales haciendo algunas recomendaciones a nuestro país:
“Se deben regular los préstamos. Presentar cutas integrales y consolidadas que incluyan los gastos e ingresos de las organizaciones locales, fundaciones y empresas vinculadas a los partidos. Es necesario implementar el control interno de estas formaciones políticas y desarrollar un sistema más amplio de sanciones. Por último, hay que acometer una mejora de los recursos del Tribunal de Cuentas, para que pueda cumplir sus responsabilidades técnicas de control”.
Y no sólo nos da recomendaciones como las que acabamos de leer…
El Consejo de Europa ha exigido a España que de cara a próximas evaluaciones, deberá presentar información adicional sobre las cuentas de los partidos políticos y modificar sustantivamente la legislación de estas formaciones para aumentar la transparencia de sus cuentas y las de las campañas electorales.
Esperemos que estas órdenes se cumplan y de cara al futuro podamos conocer con más rigor el origen de la financiación de todas las formaciones políticas españolas. Será un paso muy importante para recuperar la confianza y las ganas de votar a los partidos que representan a los ciudadanos de este país.
Pero si nos vamos al problema raíz de esta situación, el informe del Consejo de Europa asegura que España carece de una Ley de Acceso a la Información (como sí tienen la mayoría de los países de la Unión Europea).
El vacío legal en este sentido, nos impide tener constancia alguna de cuántas donaciones anuales reciben los partidos; de dónde sale el dinero para mantener sus fundaciones; de cómo desembolsan esas millonadas de euros cuando se acercan los periodos electorales…
Y no olvidemos que todo esto se produce en un escenario muy proclive a ‘las malas prácticas’ o, si preferimos llamarlo así ‘a la corrupción’.
En un país en el que, según recuerda este mismo informe, en las pasadas elecciones el 70 por ciento de las candidaturas que tenían a un político imputado en casos de corrupción, volvieron a ganar y a ser reelegidos por el pueblo.
En un Estado en el que, según confirma el Tribunal de Cuentas, el 25 por ciento de la financiación de los partidos, procede de la financiación de sus sedes locales: los ayuntamientos…
Parece, pues, paradójico que aquellos que peor lo están pasando con la crisis, que aquellos que más se están quejando de la mala coyuntura económica…Son los que más dinero están aportando ‘bajo manga’ a la financiación de los partidos políticos españoles.
Pero aunque no hayamos aprobado aun esa legislación que nos permite el acceso a las cuentas de las formaciones políticas, gracias a la prensa si hemos conocido muchas de las maniobras corruptas que se han producido.
Desde que comenzó la democracia en España ya podemos contabilizar hasta trescientos casos de corrupción públicos en el seno de diferentes partidos…Y repartidos, todos ellos, a lo largo y ancho de toda la geografía española.
Los más sonados por su magnitud y difusión sean, quizá: El Gurtell en Valencia; el caso Palau en Cataluña; el GIL en Marbella; el caso Las Teresitas en Tenerife; el de los ERES falsos en Andalucía; el Marea en Asturias; el DGA en Aragón o el del Túnel del Carmen, también en Cataluña…Todos ellos iban en busca de una sola cosa: Más financiación para poder derrochar todavía más.
Pero la lista es mucho más larga y salpica a todas y cada una de las comunidades autónomas españolas. Además, hay que tener en cuenta que en cada uno de estos casos las estafas han llegado a superar los cien millones de euros de media.
Por lo tanto, ‘no todo en el monte es orégano’ y, como hemos comprobado, los españoles no estamos tan al margen, como pensamos, de las oscuras maniobras de nuestros partidos.
Gracias al informe anual del Consejo de Europa y a la labor informativa de la prensa española, disponemos de datos suficientes como para hacernos una pequeña idea de dónde puede salir el dinero que utilizan los partidos políticos que nos representan.
Recomendaciones vs obligaciones
No obstante, y a modo de pincelada, este informe del Consejo de Europa cierra sus páginas finales haciendo algunas recomendaciones a nuestro país:
“Se deben regular los préstamos. Presentar cutas integrales y consolidadas que incluyan los gastos e ingresos de las organizaciones locales, fundaciones y empresas vinculadas a los partidos. Es necesario implementar el control interno de estas formaciones políticas y desarrollar un sistema más amplio de sanciones. Por último, hay que acometer una mejora de los recursos del Tribunal de Cuentas, para que pueda cumplir sus responsabilidades técnicas de control”.
Y no sólo nos da recomendaciones como las que acabamos de leer…
El Consejo de Europa ha exigido a España que de cara a próximas evaluaciones, deberá presentar información adicional sobre las cuentas de los partidos políticos y modificar sustantivamente la legislación de estas formaciones para aumentar la transparencia de sus cuentas y las de las campañas electorales.
Esperemos que estas órdenes se cumplan y de cara al futuro podamos conocer con más rigor el origen de la financiación de todas las formaciones políticas españolas. Será un paso muy importante para recuperar la confianza y las ganas de votar a los partidos que representan a los ciudadanos de este país.