Para aquellos que por lo visto tienen mucho interés:
Alguien se acuerda de la vendimiadora andaluza.
Pues si yo empecé a vendimiar con diez años, pero en mis tierras, hoy,- antes de mis padres, avergonzarme de ello, para nada, en absoluto, me ha dado muchos conocimientos, y en el trato humano, aprendí a conocer a las personas, cuando mejor se pueden conocer, cuando se trabaja contra “ vientos y mareas”_ sabéis algunos que es doblar los riñones, con un solano, pongamos suave, ó, cuando empieza a caer esas gotas, de agua, pero esas gotas, agresivas, mezcladas, con viento huracanado, que se clavan en los lomos como cristales, y, claro todos no cabíamos debajo del carro, si, he dicho carro, y, mulo. (Vergüenza, ninguna.) Una vergüenza, es no saber valorar, lo que se tiene; y, más vergüenza, es recochinearse de esas personas, que tienen que ganarse el pan con el sudor de sus frentes, abandonar a sus familias y emigrar a otros países para pode seguir adelante.
Yo conocí a un vendimiador en Las Mesas, que vino de Hinojales, y se quedo, se caso con una meseña, no viene a cuento, que de sus nombres.
Unos se quedaron en Las Mesas, y, otros, nos marchamos, porque el futuro, era el que es hoy, en el mismo lugar, y en las mismas ocupaciones.
La vendimiadora andaluza, también pudo haberse quedado, sin embargo, cambio, un futuro mejor, por no renunciar a sus raíces.
YO, AUN NO LA HE OLVIDADO.
Como se que entras en este foro, de vez en cuando, te envió, muchos besos.
Alguien se acuerda de la vendimiadora andaluza.
Pues si yo empecé a vendimiar con diez años, pero en mis tierras, hoy,- antes de mis padres, avergonzarme de ello, para nada, en absoluto, me ha dado muchos conocimientos, y en el trato humano, aprendí a conocer a las personas, cuando mejor se pueden conocer, cuando se trabaja contra “ vientos y mareas”_ sabéis algunos que es doblar los riñones, con un solano, pongamos suave, ó, cuando empieza a caer esas gotas, de agua, pero esas gotas, agresivas, mezcladas, con viento huracanado, que se clavan en los lomos como cristales, y, claro todos no cabíamos debajo del carro, si, he dicho carro, y, mulo. (Vergüenza, ninguna.) Una vergüenza, es no saber valorar, lo que se tiene; y, más vergüenza, es recochinearse de esas personas, que tienen que ganarse el pan con el sudor de sus frentes, abandonar a sus familias y emigrar a otros países para pode seguir adelante.
Yo conocí a un vendimiador en Las Mesas, que vino de Hinojales, y se quedo, se caso con una meseña, no viene a cuento, que de sus nombres.
Unos se quedaron en Las Mesas, y, otros, nos marchamos, porque el futuro, era el que es hoy, en el mismo lugar, y en las mismas ocupaciones.
La vendimiadora andaluza, también pudo haberse quedado, sin embargo, cambio, un futuro mejor, por no renunciar a sus raíces.
YO, AUN NO LA HE OLVIDADO.
Como se que entras en este foro, de vez en cuando, te envió, muchos besos.
eso es lo malo que hay en el pueblo el futuro que no hay, eso es lo que hay que solucionar que no no pase como a tu andaluza.