"Ahora bien, también ha quedado acreditado, por testimonio de las libretas correspondientes a dichas cuentas y extractos aportados por la CCM, que las mismas siguieron existiendo y operándose con ellas hasta septiembre de 2000 (Caja Rural) y diciembre de 2002 (CCM), sin que conste aparentemente de los referidos documentos ninguna distracción o disposición del capital anómala, distinta a la realizadas hasta diciembre de 1999, y mucho menos que las cantidades dispuestas lo fueran en beneficio de los acusados como personas particulares, debiendo además reiterarse que Gregorio Ortiz como Presidente no estuvo autorizado hasta julio de 2000 para operar con la cuenta de la CCM y que no consta la fecha de autorización para operar en la cuenta de la Caja Rural, así como que el otro acusado no formó parte de la Junta Directiva hasta el año 2003 y, por tanto, nunca ha estado autorizado en dichas cuentas.
Sentado lo expuesto, no constando siquiera indiciariamente acreditado que los acusados se hayan apropiado de los fondos existentes en las citadas cuentas bancarias ni que los hayan destinado a fines impropios, procede, como no podría ser de otra manera, la absolución de los mismos."
Clarito, clarito.
Sentado lo expuesto, no constando siquiera indiciariamente acreditado que los acusados se hayan apropiado de los fondos existentes en las citadas cuentas bancarias ni que los hayan destinado a fines impropios, procede, como no podría ser de otra manera, la absolución de los mismos."
Clarito, clarito.