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LOS HINOJOSOS: Tiene su gracia que venga Unomas a decir no se qué...

Tiene su gracia que venga Unomas a decir no se qué de llenarse los bolsillos.

Empecemos por aquellos que, a pesar de que la asamblea general, acordó una inversión de 80 millones, los que estaban entonces y sus asesores hicieron lo que les dio la gana, hicieron una chapuza y dilapidaron 180 millones de pesetas. No estaría muy lejos el señor Unomas y seguro que nos puede explicar dónde se quedó la mayor parte de ese dinero. Igual se perdió entre amigos y familiares.

También tenía responsabilidades en aquel consejo rector el que ahora pregunta que dónde está el dinero que malgastaron. El sabrá cuánto repartieron entonces y entre cuántos. Esos sujetos querían que se pagaran los 180 millones en cuatro años y que los socios cobrasen la mitad por sus uvas.

Cuando por fin los socios se libraron de aquella Junta y eligieron a Mariano y su equipo, las cosas cambiaron. Se renegoció la deuda y se acordó el pago en diez años. Claro, aquellos que fueron despedidos y dejados en evidencia no podían soportar el éxito de la cooperativa. Llamaron entonces al sabotaje contra la cooperativa pensando que harían daño a sus dirigentes. Pero los socios no estaban por esa labor, y llenaron los depósitos hasta rebosar. Más de siete millones de kilos de uva. De la cebada, el trigo y las pipas, como bien dice Aguila Roja, ya ni hablamos. La envidia y la ira debieron corroer la sangre a más de uno.

Fue entonces cuando no uno sino varios cabecillas se dieron a conocer. Alguno por despecho y otro por partidismo político se dedicaron a denunciar a la cooperativa. Ante Hacienda, ante la Seguridad Social, ante el Ministerio de Trabajo, estos cabecillas querían hundir la cooperativa como fuera y a costa de lo que fuera y a pesar de quien fuera.

Como lo de engañar y amenazar a los socios para que no llevasen la uva a la Cooperativa y la cosa de las denuncias tampoco les salió bien, empezaron a mandar a sus matones y sirvientes para reventar las asambleas. Aquí si que iba «mandado» José María y alguno más, con sus libretas, sus cuentos y sus insultos. En previsión de los altercados que preparaban estos matones, el consejo rector tenía que pedir la intervención de la Guardia Civil.

Como ya dije en otra ocasión, después de estar gestionando de forma magnífica la cooperativa pero hartos de aguantar a aquellos a los que no les importaba la cooperativa, hartos de insultos, el mejor consejo rector que ha tenido nunca la cooperativa dimitió en bloque.

Recordemos que unos días antes de la dimisión habían vendido un millón de litros de vino y que fueron parte de los que están ahora los que lo cobraron.

Punto uno: ¡Que diga el tesorero que hay ahora dónde metió esos 43 millones de pesetas que le cobró a la empresa Promo Natura 2002 SL, de Barcelona!

Otro punto: ¡Que nos diga el tesorero que hay ahora dónde ha metido los otros 40 millones de pesetas que cobró por venderles el mismo vino, esta vez a Cruz y Cía SA, de Portugal!

¡QUE NOS DIGA EL TESORERO QUE HAY AHORA DÓNDE TIENE LA SACA! Esa que dice el Señor Unomas que se ha llenado.

Como ve señor Unomas, estamos muy bien enterados de sus andazas y las de estos sujetos. Los papeles hablan por sí solos y están a la vista de todos. Los socios no quieren ser participes de los desfalcos y los robos que hacen ustedes. Si usted no soporta la verdad es su problema.

Entre estos sujetos y otros como usted, son los que han hundido la cooperativa. Esos que ahora les piden a los socios que paguen unos gastos abusivos eran los mismos que amenazaban a los socios que antes llevaban la uva a la cooperativa. Aunque ahora también los amenazan, esta vez con llevarlos a los juzgados si no pagan las deudas que ellos generan con su inepto abogado.

Recientemente hemos podido oír una frase que describe muy bien la situación que han creado en la cooperativa “ el jefe de los pirómanos no puede ser el capitán de los bomberos”. Deje sus monsergas en casa que ya está muy visto.