Ya veo que están los alarmistas, los antipatriotas, informando de la verdad para que los socios hagan justicia y linchen a mis clientes.
Algunos de los avezados (pocos) se preguntarán como hemos llegado a la esta situación, a pesar de saberse los embrollos y las estafas que estábamos haciendo.
La contestación es fácil, mis clientes y yo hemos hecho todo lo posible por alcanzar la ruina de la cooperativa y convencer a los incautos (socios aborregados) de que era lo mejor para ellos. Le dijimos que lo bueno era arruinar la cooperativa y así nuestra estafa a los catalanes quedaría impune. El negocio ha sido redondo y yo he cobrado las minutas de los juicios a precio desorbitado.
A pesar de que ya estábamos preparando la suspensión de pagos, mis clientes y yo conseguimos, en la última asamblea del rebaño, que los pardillos llevaran las uvas. Acto seguido hemos presentado la suspensión de pagos y ahora ya no se escapan.
Bueno, como ya dije en otra ocasión, hemos secado el bote cooperativo y para el futuro le toca el turno al consistorio. Asaltaremos el ayuntamiento para seguir chupando. Mis clientes se han repartido para asaltar el último pastel, por un lado el partido obrero y por otro el de los social-chunguitos. La victoria y el desfalco a las arcas públicas están a nuestro alcance. Yo estaré ahí para recoger mi parte del botín, engañando, haciendo embrollos y engordando facturas. Ya falta menos.
Algunos de los avezados (pocos) se preguntarán como hemos llegado a la esta situación, a pesar de saberse los embrollos y las estafas que estábamos haciendo.
La contestación es fácil, mis clientes y yo hemos hecho todo lo posible por alcanzar la ruina de la cooperativa y convencer a los incautos (socios aborregados) de que era lo mejor para ellos. Le dijimos que lo bueno era arruinar la cooperativa y así nuestra estafa a los catalanes quedaría impune. El negocio ha sido redondo y yo he cobrado las minutas de los juicios a precio desorbitado.
A pesar de que ya estábamos preparando la suspensión de pagos, mis clientes y yo conseguimos, en la última asamblea del rebaño, que los pardillos llevaran las uvas. Acto seguido hemos presentado la suspensión de pagos y ahora ya no se escapan.
Bueno, como ya dije en otra ocasión, hemos secado el bote cooperativo y para el futuro le toca el turno al consistorio. Asaltaremos el ayuntamiento para seguir chupando. Mis clientes se han repartido para asaltar el último pastel, por un lado el partido obrero y por otro el de los social-chunguitos. La victoria y el desfalco a las arcas públicas están a nuestro alcance. Yo estaré ahí para recoger mi parte del botín, engañando, haciendo embrollos y engordando facturas. Ya falta menos.