A) Asaltos a iglesias y conventos.
En los primeros días que siguieron al 18 de julio de 1936, son invadidos por las turbas rojas todos los templos y conventos, tanto en Madrid como en su provincia y resto de la zona marxista, consistiendo por regla general el procedimiento de invasión en el acordonamiento de los edificios y calles adyacentes a los mismos, por nutridos grupos de forajidos que penetran en los recintos sagrados, haciendo fuego con sus armas, sacando detenidos a los sacerdotes, religiosos o religiosas que encuentran. En otros casos, como justificación de sus desmanes, las milicias simulan haber sido agredidas por los religiosos; tal ocurrió en el Convento de Padres Agustinos de la calle de Valverde, que fue atacado a tiros después de haber sido arrojadas desde la calle al interior del edificio cápsulas, disparadas, de fusil, siendo acusados los moradores de hacer fuego sobre las milicias, que penetraron violentamente en el convento, llevándose detenidos a todos los Padres Agustinos que allí había.
En los primeros días que siguieron al 18 de julio de 1936, son invadidos por las turbas rojas todos los templos y conventos, tanto en Madrid como en su provincia y resto de la zona marxista, consistiendo por regla general el procedimiento de invasión en el acordonamiento de los edificios y calles adyacentes a los mismos, por nutridos grupos de forajidos que penetran en los recintos sagrados, haciendo fuego con sus armas, sacando detenidos a los sacerdotes, religiosos o religiosas que encuentran. En otros casos, como justificación de sus desmanes, las milicias simulan haber sido agredidas por los religiosos; tal ocurrió en el Convento de Padres Agustinos de la calle de Valverde, que fue atacado a tiros después de haber sido arrojadas desde la calle al interior del edificio cápsulas, disparadas, de fusil, siendo acusados los moradores de hacer fuego sobre las milicias, que penetraron violentamente en el convento, llevándose detenidos a todos los Padres Agustinos que allí había.