LOS HINOJOSOS: Memoria Histórica...

Memoria Histórica
La Iglesia perseguida entre 1936-1939
PUBLICADO 13 febrero, 2011
Por Dazibao-Ñ-/

En el B. O. E del 12 de febrero, aparece la lista de las entidades que se beneficiarán de los 4 millones de euros que el Gobierno de Zapatero destina a proyectos relacionados con la “Memoria Histórica”. Uno de los proyectos que será subvencionado, es el presentado por una asociación malagueña que pretende construir con los 150.000 euros que le han sido concedidos, el “Parque de la Memoria”, en el cementerio de San Rafael de Málaga.

El Partido Socialista, el mismo que secuestró, arrancó uñas y enterró en cal viva a determinados personajes durante la década de los 80 y, ahora, subvenciona con millones de euros a grupos afines que quieren “recuperar la memoria” de lo acontecido durante la Guerra Civil, perpetró los más horrendos crímenes entre los años 1936 y 1939. Junto a comunistas, anarquistas y elementos de Izquierda Republicana de Cataluña, los socialistas protagonizaron la mayor persecución religiosa sufrida por los cristianos españoles desde la invasión mahometana.

En el periodo comprendido entre 1936 y 1939, fueron asesinados por los izquierdistas 13 obispos, 4.184 miembros del clero secular, 2.365 religiosos y 283 religiosas. Y junto a estas 6.832 víctimas, también perdieron la vida más de 3.000 laicos.

La República “legítimamente constituida”, que exterminó al 12% del clero español, practicó las más atroces torturas en las personas de sacerdotes y monjas, sin distinción de edad. A unos, les arrancaron los ojos y les cortaron las orejas y la lengua; a otros los fusilaron “lentamente”, disparándoles en partes no vitales; algunos, fueron atados a un tranvía y arrastrados hasta morir…

Al obispo de Barbastro, antes de ser fusilado, un miliciano le cortó los testículos que luego exhibió jactancioso en las tabernas de la localidad al grito de: ¡Mirad, cojones de obispo!. Otro miliciano, le arrancó un diente de oro cuando ya agonizaba con el cuerpo acribillado a balazos.

Los obispos de Almería y Guadix, tras padecer un doloroso calvario, murieron asesinados en Vícar, y sus cadáveres que fueron rociados con gasolina e incinerados, permaneciendo insepultos largo tiempo. Monseñor Serra Sucarrarts, obispo de Segorbe, dijo a sus asesinos:”Vosotros podréis matarme, pero no podréis impedir que yo os bendiga”.

Monseñor Irurita Almándoz, obispo de Barcelona, se refugió el 21 de julio de 1939 en el domicilio de Antonio Tort, sito en la calle Call número 17 (primera foto) donde también se encontraban 4 monjas carmelitas. El 1 de diciembre tras un registro, fueron detenidos todos ellos, y dos días más tarde, el navarro Irurita, era fusilado.

Por aquellos días de violencia desatada en Cataluña, Luis Companys, Presidente de la Generalidad, se vanagloriaba de que en la región “ya no quedaban monjes vivos”. Andrés Nín, líder troskista, afirmaba en agosto de 1936: “ Nosotros, hemos resuelto el problema de la Iglesia, suprimiendo a los sacerdotes y el culto religioso”. Casi un año más tarde, en marzo de 1937, el cabecilla comunista José Díaz ordenaría desollar vivo a Nín.

Los demás prelados, fueron ejecutados con la misma saña en la España bajo control izquierdista, tras estallar el Alzamiento.

En la imagen, aparecen los sacerdotes Eusebio García, Faustino Ferrero, Pedro de Alamas, y las religiosas barcelonesas sor Ángeles, sor Josefa y sor Felipa.

Todos ellos fueron brutalmente torturados antes de ser fusilados.