Mi primera borrachero gorda, me la agarré en las
fiestas de
Mazarulleque.
Había comido zarajos y sepia en el
Bar Chibuso de
Huete. Depués bebí demasiado, y tuve que vomitar en la
puerta de los teléfonos: me salió por la garganta un puré marrón, y se mancharon los zapatos y el bajo de los pantalones.