Y entramos en una etapa oscura (1225-1231) en el Obispado de
Cuenca, sin posibilidad de iluminarla por la ausencia total de documentos en su archivo catedralicio.
El segundo año del Pontificado del Papa Gregorio XI (1229) el asunto estaba sin resolver. El obispo don García desconfió siempre del tribunal de
Burgos, hecho a la medida de don Rodrigo, y presidido por un gran
amigo del Arzobispo, don Mauricio, obispo de Burgos. Don Rodrigo, tras la muerte de Honorio III, tal vez, de don Lope, insta en
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