Tras un buen desayuno en Landete, tomamos la carretera anteriormente mencionada y, una vez dejado atrás Los Huertos de Moya, encontramos el desvío que nos lleva primero a El Arrabal de Moya y después a la villa en ruinas. Subimos por una serpenteante carretera que nos dejó ante un portón de madera. Aparcamos el auto allí mismo. A más de 1000 metros de altura se encuentra esta asombrosa ciudad medieval. Encaramada en lo alto de un cerro, consta de una doble muralla en su ladera oriental, puesto que la occidental posee un terreno tan escarpado que no fue necesaria su construcción. Empezamos a pie nuestra visita.