Narboneta,
desafiando al sur sobre su manto
de yesos y margas esbozado,
nos abre sus puertas
vestida de blanco
al Sol de la mañana, tan lejano.
Narboneta, gascona y coqueta,
nos habla de historia, de gestas
fraguadas al amparo
de su castillo desmochado.
La reina católica así lo mandase
queriendo que nadie,
ni aquél de Villena,
tuviese, para sí, tal regalo.
Narboneta, huérfana de Moya,
despierta de un sueño,
de un largo letargo,
al ver que ha dejado
de Víllora y Mira
ser hija adoptiva,
ser pueblo sin mando.
Retando a la vida,
sus sueños fraguando
en puentes y minas
de pueblos cercanos…
qué mal te persigue,
por qué el desamparo.
Narboneta:
tu gente te sigue
al cielo mirando,
te ama y respeta…
pequeña Narbona coqueta.
Que obre el milagro.
Feliz Nuevo Año.
desafiando al sur sobre su manto
de yesos y margas esbozado,
nos abre sus puertas
vestida de blanco
al Sol de la mañana, tan lejano.
Narboneta, gascona y coqueta,
nos habla de historia, de gestas
fraguadas al amparo
de su castillo desmochado.
La reina católica así lo mandase
queriendo que nadie,
ni aquél de Villena,
tuviese, para sí, tal regalo.
Narboneta, huérfana de Moya,
despierta de un sueño,
de un largo letargo,
al ver que ha dejado
de Víllora y Mira
ser hija adoptiva,
ser pueblo sin mando.
Retando a la vida,
sus sueños fraguando
en puentes y minas
de pueblos cercanos…
qué mal te persigue,
por qué el desamparo.
Narboneta:
tu gente te sigue
al cielo mirando,
te ama y respeta…
pequeña Narbona coqueta.
Que obre el milagro.
Feliz Nuevo Año.
