SAN VALENTÍN
La voz popular ha hecho de este santo el patrón de los enamorados, posiblemente porque durante estas fechas en los países nórdicos los pájaros se aparean o porque, según una tradición, en el tiempo en que vivió san Valentín, en el cual la religión cristiana estaba perseguida, él, a escondidas, casaba a las parejas bajo el ritual de la Iglesia. Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba por este tiempo la adoración al dios del amor, cuyo nombre era Eros y a quien muchos simpáticamente le han pasado a llamar Cupido.
Los griegos, que tenían una visión particularmente gozosa del amor y de la vida, consideraban que no había vida mejor empeñada, que la consagrada a la persecución del placer. Tomaban buen ejemplo de sus dioses, quienes mostraban debilidad por los placeres de la carne.
Afrodita, diosa de la belleza y el amor, era conocida como Afrodita Porné, o afrodita prostituta, pues era amiga del amor ilícito, no había normas moralistas para ella, el fin era el placer, los medios un simple trámite.
Afrodita Y Dionisio, dios griego del vino, llevaban a cabo toda clase de fiestas orgiásticas, de las que el pueblo griego tomaba ejemplo. Por otro lado los griegos contaban con la sabiduría de las Hetairas, las sacerdotisas y prostitutas del templo, que tenían un prospero comercio de pócimas, elixires y ungüentos, creados por ellas a propósito, para propiciar el amor carnal.
Numerosos manuscritos eróticos griegos, recomiendan el uso de alimentos como la cebolla, las zanahorias, la piña, la miel…para propiciar el cuerpo y el espíritu para las artes amatorias, y otros como los caracoles los cangrejos, las gambas y el resto de los mariscos que, al ser frutos del mar, cuna de Venus, la diosa del amor para el pueblo romano.
Los romanos, sin embargo eran mucho menos sutiles. Mientras los griegos gozaban en paz y armonía de los placeres bellos de la vida, con elegancia, con mesura…los romanos montaban circos donde el disfrute consistía en ver la sangre de los esclavos derramada en la arena. Disfrutaban con la muerte de otros, hasta tal punto, que alrededor del circo construían numerosos lupanares, prostíbulos, para fogar las ansias de los que se excitaban con la lucha y la muerte de sus esclavos.
Estos romanos tenían como alimentos afrodisíacos otros muy diferentes a los griegos, sus fetiches eran los testículos de diferentes animales, carnes crudas y demás barbaries.
Los romanos se excedían en sus bacanales, así como con sus pócimas que llegaron a matar a un montón de gente, debido a su mala elaboración. Tanto es así que llegó la iglesia y proclamó prohibida por pecaminosa toda acción relacionada con el placer carnal, exceptuando la estipulada por ellos mismos con el único fin de la procreación, siempre bajo su supervisión, claro está.
Y así se inició en la Edad Media el chicoleo de brujas y celestinas, todas ellas clandestinas, que para dar pompo e importancia a sus pócimas, las adornaban con toques macabros como corazón de sapo, carne de ahorcado guisada en cráneo humano y cosas así.
Bueno y siguiendo el ejemplo del pueblo griego, en la noche de San Valentín, disfrutaremos de una cena equilibrada, sin grandes excentricidades, ni cabezas de sapo ni nada de eso.
También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra (se calcula que en los siglos XVII y XVIII) la "fiesta de los valentines", donde se elegían a hombres y a mujeres para formar pareja. Sea como fuese, San Valentín casi por sorpresa suya, es el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener a una amiguita o a un amiguito para que les acompañe no solamente en ir al cine, a la discoteca o bien a cenar, sino también para formar una familia "ser felices y comer perdices".
San Valentín goza de mucha popularidad sobre todo en los países de habla inglesa: Estados Unidos y Gran Bretaña y también en buena parte de todo el continente europeo. También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra la "fiesta de los valentinus", donde se elegían a hombres y a mujeres para que formaran pareja. Muchas de estas parejas se convertían en marido y mujer y conseguían la felicidad de pareja que se espera encontrar y consolidar el Día de San Valentín.
Desgraciadamente, los grandes centros comerciales aprovechan para hacer del 14 de febrero (fecha de la onomástica del santo) un gran dia de consumismo, al estilo de la Navidad, y una semana antes de la fiesta ya anuncian todos sus productos como si fuera el fin del mundo.
¿Pero... quien fue San Valentín? La verdad es que hay muy poca cosa de él. Sabemos que era un sacerdote que nació en Roma a mediados del siglo III y que gozó de un gran prestigio en aquella ciudad hasta el punto que el emperador Claudio II lo invitó a su palacio para mantener una conversación y conocer de esta manera el porqué de su fama. Según la tradición, Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer "propaganda" de la religión cristiana y convencer al emperador para que siguiera los pasos de Jesús. Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma, Calpurnio, le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de nuestro santo. Claudio no tuvo más remedio que hacer marcha atrás y mandó a Calpurnio que lo procesara. Pero aquella misión la llevaría a cabo el lugarteniente del gobernador, Asterius. Cuando fue llevado ante él, éste se mofó de la religión cristiana y puso a prueba a Valentín. Bajo un tono de burla, le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una hija suya que era ciega de nacimiento. Valentín aceptó y en nombre del Señor obró el prodigio. Asterius y toda su familia se convirtieron al cristianismo, pero Valentín no se salvó del martirio, ya que temiendo una rebelión del ejército romano y de los paganos, el emperador lo mandó ejecutar. Era el año 270.
La historia de San Valentín hubiera quedado ahí si no fuera porque dos siglos más tarde la Iglesia católica la recuperó. Por aquel entonces era tradición entre los adolescentes practicar una curiosa fiesta pagana derivada de los ritos en honor del dios Lupercus, dios de la fertilidad que se celebraba el día 15 de febrero. Era un sorteo mediante el cual cada chico escogía el nombre de una joven que se convertiría en su compañera de diversión durante un año. La Santa Sede quiso acabar con esta celebración pagana y canonizó a San Valentín como patrón de los enamorados. En el año 496 A. D., el Papa Gelasio decidió que el día 14 de febrero sería el día en el que se honraría a San Valentín.
Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo, una acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.
La antropóloga Mónica Cornejo lo dejaba bien claro en una entrevista a la agencia EFE, en la que declaraba que “todas las informaciones en la red sobre San Valentín son falsas y no están documentadas científicamente. La transmisión de la literatura romántica desde Francia y el Reino Unido a España son la única fuente conocida que explique la celebración".
Son muchos los expertos en literatura e historia que comparten esta afirmación, ya que parece claro que el origen de San Valentín es puramente mitológico, siendo muy dudoso que jamás existiese en realidad, a pesar de encontrarse en el santoral católico.
BIBLIOGRAFÍA:
http://www. terra. es/personal/angerod/valhisto. ht
http://www. euroresidentes. com/Diversion/historia-dia-san -valentin. htm
http://www. sanvalentin. com/historia/
http://www. directoalpaladar. com/2009/02/05-san-valentin-al go-de-historia
http://espaciolibros. com/el-origen-literario-de-san -valentn/
La voz popular ha hecho de este santo el patrón de los enamorados, posiblemente porque durante estas fechas en los países nórdicos los pájaros se aparean o porque, según una tradición, en el tiempo en que vivió san Valentín, en el cual la religión cristiana estaba perseguida, él, a escondidas, casaba a las parejas bajo el ritual de la Iglesia. Algunos creen que es una fiesta cristianizada del paganismo, ya que en la antigua Roma se realizaba por este tiempo la adoración al dios del amor, cuyo nombre era Eros y a quien muchos simpáticamente le han pasado a llamar Cupido.
Los griegos, que tenían una visión particularmente gozosa del amor y de la vida, consideraban que no había vida mejor empeñada, que la consagrada a la persecución del placer. Tomaban buen ejemplo de sus dioses, quienes mostraban debilidad por los placeres de la carne.
Afrodita, diosa de la belleza y el amor, era conocida como Afrodita Porné, o afrodita prostituta, pues era amiga del amor ilícito, no había normas moralistas para ella, el fin era el placer, los medios un simple trámite.
Afrodita Y Dionisio, dios griego del vino, llevaban a cabo toda clase de fiestas orgiásticas, de las que el pueblo griego tomaba ejemplo. Por otro lado los griegos contaban con la sabiduría de las Hetairas, las sacerdotisas y prostitutas del templo, que tenían un prospero comercio de pócimas, elixires y ungüentos, creados por ellas a propósito, para propiciar el amor carnal.
Numerosos manuscritos eróticos griegos, recomiendan el uso de alimentos como la cebolla, las zanahorias, la piña, la miel…para propiciar el cuerpo y el espíritu para las artes amatorias, y otros como los caracoles los cangrejos, las gambas y el resto de los mariscos que, al ser frutos del mar, cuna de Venus, la diosa del amor para el pueblo romano.
Los romanos, sin embargo eran mucho menos sutiles. Mientras los griegos gozaban en paz y armonía de los placeres bellos de la vida, con elegancia, con mesura…los romanos montaban circos donde el disfrute consistía en ver la sangre de los esclavos derramada en la arena. Disfrutaban con la muerte de otros, hasta tal punto, que alrededor del circo construían numerosos lupanares, prostíbulos, para fogar las ansias de los que se excitaban con la lucha y la muerte de sus esclavos.
Estos romanos tenían como alimentos afrodisíacos otros muy diferentes a los griegos, sus fetiches eran los testículos de diferentes animales, carnes crudas y demás barbaries.
Los romanos se excedían en sus bacanales, así como con sus pócimas que llegaron a matar a un montón de gente, debido a su mala elaboración. Tanto es así que llegó la iglesia y proclamó prohibida por pecaminosa toda acción relacionada con el placer carnal, exceptuando la estipulada por ellos mismos con el único fin de la procreación, siempre bajo su supervisión, claro está.
Y así se inició en la Edad Media el chicoleo de brujas y celestinas, todas ellas clandestinas, que para dar pompo e importancia a sus pócimas, las adornaban con toques macabros como corazón de sapo, carne de ahorcado guisada en cráneo humano y cosas así.
Bueno y siguiendo el ejemplo del pueblo griego, en la noche de San Valentín, disfrutaremos de una cena equilibrada, sin grandes excentricidades, ni cabezas de sapo ni nada de eso.
También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra (se calcula que en los siglos XVII y XVIII) la "fiesta de los valentines", donde se elegían a hombres y a mujeres para formar pareja. Sea como fuese, San Valentín casi por sorpresa suya, es el patrón de todos los enamorados y de todas aquellas personas que quieren tener a una amiguita o a un amiguito para que les acompañe no solamente en ir al cine, a la discoteca o bien a cenar, sino también para formar una familia "ser felices y comer perdices".
San Valentín goza de mucha popularidad sobre todo en los países de habla inglesa: Estados Unidos y Gran Bretaña y también en buena parte de todo el continente europeo. También, y hace muchos siglos, fue tradicional en Inglaterra la "fiesta de los valentinus", donde se elegían a hombres y a mujeres para que formaran pareja. Muchas de estas parejas se convertían en marido y mujer y conseguían la felicidad de pareja que se espera encontrar y consolidar el Día de San Valentín.
Desgraciadamente, los grandes centros comerciales aprovechan para hacer del 14 de febrero (fecha de la onomástica del santo) un gran dia de consumismo, al estilo de la Navidad, y una semana antes de la fiesta ya anuncian todos sus productos como si fuera el fin del mundo.
¿Pero... quien fue San Valentín? La verdad es que hay muy poca cosa de él. Sabemos que era un sacerdote que nació en Roma a mediados del siglo III y que gozó de un gran prestigio en aquella ciudad hasta el punto que el emperador Claudio II lo invitó a su palacio para mantener una conversación y conocer de esta manera el porqué de su fama. Según la tradición, Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer "propaganda" de la religión cristiana y convencer al emperador para que siguiera los pasos de Jesús. Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma, Calpurnio, le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de nuestro santo. Claudio no tuvo más remedio que hacer marcha atrás y mandó a Calpurnio que lo procesara. Pero aquella misión la llevaría a cabo el lugarteniente del gobernador, Asterius. Cuando fue llevado ante él, éste se mofó de la religión cristiana y puso a prueba a Valentín. Bajo un tono de burla, le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una hija suya que era ciega de nacimiento. Valentín aceptó y en nombre del Señor obró el prodigio. Asterius y toda su familia se convirtieron al cristianismo, pero Valentín no se salvó del martirio, ya que temiendo una rebelión del ejército romano y de los paganos, el emperador lo mandó ejecutar. Era el año 270.
La historia de San Valentín hubiera quedado ahí si no fuera porque dos siglos más tarde la Iglesia católica la recuperó. Por aquel entonces era tradición entre los adolescentes practicar una curiosa fiesta pagana derivada de los ritos en honor del dios Lupercus, dios de la fertilidad que se celebraba el día 15 de febrero. Era un sorteo mediante el cual cada chico escogía el nombre de una joven que se convertiría en su compañera de diversión durante un año. La Santa Sede quiso acabar con esta celebración pagana y canonizó a San Valentín como patrón de los enamorados. En el año 496 A. D., el Papa Gelasio decidió que el día 14 de febrero sería el día en el que se honraría a San Valentín.
Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica de su mismo nombre que está situada en la ciudad italiana de Terni. Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo, una acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren unirse en matrimonio al año siguiente.
La antropóloga Mónica Cornejo lo dejaba bien claro en una entrevista a la agencia EFE, en la que declaraba que “todas las informaciones en la red sobre San Valentín son falsas y no están documentadas científicamente. La transmisión de la literatura romántica desde Francia y el Reino Unido a España son la única fuente conocida que explique la celebración".
Son muchos los expertos en literatura e historia que comparten esta afirmación, ya que parece claro que el origen de San Valentín es puramente mitológico, siendo muy dudoso que jamás existiese en realidad, a pesar de encontrarse en el santoral católico.
BIBLIOGRAFÍA:
http://www. terra. es/personal/angerod/valhisto. ht
http://www. euroresidentes. com/Diversion/historia-dia-san -valentin. htm
http://www. sanvalentin. com/historia/
http://www. directoalpaladar. com/2009/02/05-san-valentin-al go-de-historia
http://espaciolibros. com/el-origen-literario-de-san -valentn/