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NARBONETA: Pepe Guitón de villar del Humo, no quisiera que algo...

Pepe Guitón de villar del Humo, no quisiera que algo de lo que ocurría en nuestros bailes tradicionales allá por los años 50 al 75 del siglo XX se quedase en el recuerdo solamente de aquellos que lo vivimos pero que nuestras generaciones futuras deben saber, como que las chicas no pagaban entrada, que las sesiones comenzaban a las 18,00 de la tarde hasta las 21,00 h, y de 22,30 hasta las 2,00 de la mañana del día siguiente si era un domingo normal, los bailes eran los domingos por la tarde hasta las 2,00 h. del día siguiente lunes, si eran fiestas patronales además de estas 2 sesiones había otra a la salida de misa entre las 13,00 y 14,00 h.. y como anecdota, cuando había algún mozo que por algún motivo se le hacía tarde porque había estado trabajando u otro motivo a veces para echarse un baile o (pieza) con su amada se presentaba con las abarcas con las lañas mal dobladas y de vez en cuando se le enganchaba a la media de la moza, con la consiguiente cachondeo de los allí presentes. nuestros acordeonistas sabían mucho de eso y me imagino que en cada pueblo se daría alguna que otra anecdota como la de Campillos de Paravientos, que llevaron un acordeonista entre todos los mozos y como era costumbre había que darles la comida, y el uno por el otro ninguno se lo llevo a cenar, el músico en la plaza del pueblo subido en el tablado esperando que algúno le invitara a cenar, y como ninguno se lo llevo tubo tiempo para componer esta pequeña canción: Campillos de Paravientos, mucho rumbo y poco pan, el mozo baila a la moza, y el músico sin cenar, cuando acudieron ala sesión de la noche abrió el baile con esta canción, y todos extrañados sin saber lo que ocurria.