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NARBONETA: La Iglesia de San Miguel era una de las más antiguas...

La Iglesia de San Miguel era una de las más antiguas de la ciudad de Cuenca (s. XIII). Al igual que en Narboneta existieron en la provincia un número considerable de iglesias o ermitas dedicadas a este santo. Actualmente aún conservan este nombre Iglesias en Tragacete, Mota del Cuervo, Belinchón o San Martín del Obispo (en ruinas), entre otros lugares. En Enguídanos y Campillo de Altobuey también tenían una ermita dedicadas al culto de este Santo. La Iglesia lo considera patrono y protector de la Iglesia Universal (custodiaba la entrada del Paraíso), y se le asignó (como Arcángel que era) el cuidado de los enfermos. La religiosidad y la influencia que en los pueblos tenía el Obispado de Cuenca (como su poder, posesiones y riqueza) es de todos conocidos.
Normalmente las Iglesias y las ermitas tenían la advocación de varios Santos (A San Roque, Santa Ana, San Martín etc.).
El culto a la Virgen (es mejor que “se te aparezca la Virgen”) ha sido el que más ha calado en España (como madrecita de todos). De ahí que las fiestas mayores de Agosto se le dediquen a ella y los tres días siguientes a San Roque, San Roquillo y San Roquete (como es el caso de Enguídanos, La Pesquera y Villargordo del Cabriel).
Fina, catedrática de historia en la Universidad de Valencia, natural de Enguídanos (hoy jubilada y una de las personas que más han influído en mí sobre estos temas), me contaba que cuando era pequeña, se celebraba en la ermita de San Miguel de Enguídanos la fiesta de la Cebada (Ahora entiendo lo de la cerveza San Miguel), con una especie de procesión o romería. Una tradición que el 29 de septiembre se ha perdido como otras tantas otras.
Mi primera quincena (de años) fui muy católico. Poco después fui muy reaccionario. Hoy sigo diciendo que soy muy cristiano pero poco católico. Las enseñanzas morales de Jesús son válidas aunque no creas en la Iglesia y si no… ¿quién fue quién dijo amarás al prójimo como a ti mismo?
Las tradiciones y las costumbres en España están unidas a las tradiciones cristianas y a la propia historia. Creer o no creer no tiene que ver con respetar al prójimo y sus costumbres. Y si os dais cuenta, hasta interesa que se vayan perdiendo estas tradiciones y así nos van eliminando fiestas del calendario.
En fin, que lo que habría que hacer es recuperarlas aunque sólo sean por un simple acto simbólico y por lo que ello conlleva.
Bueno, que me he ido de la pinza… que quería decir que son muchos los casos en que la Iglesia ha cambiado de nombre.
Por cierto, Dani, quitarme a mí los libros es como quitarme una parte de mí. Son mis hijitos pequeños y a la vez mis grandes maestros. No hay nada como tener unos maestros en papel (que no necesitan de luz ni del pago de una cuota al mes y que puedes leer en cualquier lugar). De todos modos disponibles “los has”, aunque tendrías que traerte un buen remolque ya que no me caben ya en casi dos habitaciones (entre música, vídeos y libros voy “apañao”).