Uno de los primeros Lujanes de Cuenca (quizás el primero que vino a la actual provincia) fue don Juan de Lujan, alcalde de Escalona por el Marqués de Villena, que más tarde volvío a residir en Enguídanos (Salazar “Casa de Lara” título III, libro XVIII). Esto debió ocurrir después de 1470 cuando Enrique IV otorgara el castillo de Escalona y su Tierra a don Juan Pacheco, Marqués de Villena, poderoso aristócrata y gran privado del Rey, fundador de una dinastía nobiliaria que regía Escalona hasta la disolución definitiva del Antiguo Régimen por los gobiernos liberales a principios del siglo XIX. Escalona está situada en Toledo, en la Meseta Central, en las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos, en el Km. 53 de la carretera N-403 Toledo-Avila (lo que le hacía ser paso obligado en el camino que une las dos Castillas). Curiosamente en esta época Enguídanos era una aldea de la Ciudad de Cuenca cuyo castillo estaba a merced de su alcalde, el obispo Lope Barriends y posteriormente de su sobrino Pedro de Barrientos, tras los conflictos por su disputa con los Jaraba (o Xaraba) de Campillo anteriores alcaldes del mismo.