Hola, yo también soy una pajaronera enamorada de su pueblo que, aunque pequeño y casi deshabitado, es una pequeña joya para todos los que nos hemos criado en él. Aquí se goza de una paz inmensa, ideal para desconectar del trabajo y del bullicio de la ciudad. Nos ofrece una larga lista de posibilidades, desde pasear por sus calles y perderse por sus montes llenos de vegetación, hasta subir al castillo aunque solo sea para contemplar las maravillosas vistas que desde ahí tenemos, y para terminar la ... (ver texto completo)