Levántate orgulloso que eres hijo
del
pino y de la encina de esta tierra,
eres eco del viento de la
sierra,
blanco de
valle y dorado sol de trigo.
Levántate orgulloso, fiel
amigo,
que nadie pueda decir que eres cobarde
aunque tu alma siga anegada
bajo las
aguas frías del
embalse.