Se hacía de noche y nos faltaba un largo camino hasta volver a nuestro cuartel general en Horcajada de la Torre, además teníamos pendiente ese refrigerio. Faltaron por ver el molino, el puente medieval o los restos de la ermita de la Virgen de Poyos. Además hay que sumarle un buen paseo por la hoz del río Escabas. Sabemos que no son pocas cosas, por lo que la vuelta está garantizada. Quizás para la fiestas de su patrona, María Magdalena, a finales de julio. Volvimos a por el auto para bajar hasta ... (ver texto completo)